Disponible el volumen 12-2 de la Gaceta Digital.
Ya está disponible la versión electrónica del número 12-2 (2009) de La Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española. Se puede consultar en la dirección www.rsme.es/gacetadigital/. 2009 ha sido proclamado Año Internacional de la Astronomía por la Unión Astronómica Internacional, UNESCO y la Asamblea General de las Naciones Unidas. A lo largo del año, La Gaceta planea participar en la celebración publicando algún artículo sobre Astronomía y dedicando a este acontecimiento las portadas de su volumen 12.
Ya está disponible la versión electrónica del número 12-2 (2009) de La Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española. Se puede consultar en la dirección www.rsme.es/gacetadigital/. 2009 ha sido proclamado Año Internacional de la Astronomía por la Unión Astronómica Internacional, UNESCO y la Asamblea General de las Naciones Unidas. A lo largo del año, La Gaceta planea participar en la celebración publicando algún artículo sobre Astronomía y dedicando a este acontecimiento las portadas de su volumen 12.
ACERCA DE LA PORTADA:
La proclamación de 2009 como Año Internacional de la Astronomía conmemora el 400.o aniversario de la construcción por Galileo Galilei de su primer telescopio —que llamó perspicillum— y las consecuentes observaciones astronómicas.
Siguiendo con la adhesión de La Gaceta a dicha conmemoración, traemos a la portada de este número el frontispicio, debido a Stefano della Bella, de la primera edición (1632) de la que quizás sea la más famosa obra astronómica de Galileo, la conocida como Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo. La publicó en Florencia Giovanni Battista Landini y, como se puede apreciar en la imagen, su título es simplemente Dialogo. Pero, en un extenso subtítulo, la portada decía «Doue ne i congressi di quattro giornate si discorre sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico, e copernicano; [. . .]», y de ahí que sea frecuente referirse a ella por un nombre más largo.
En realidad Galileo la presentó primero a la Inquisición como «Diálogo sobre la bajamar y el flujo de los mares», pero la Iglesia no aceptó ninguna referencia a las mareas, que constituían un punto central en la argumentación de Galileo defendiendo que la Tierra se mueve. No deja de ser paradójico que, finalmente, la posición de los adversarios de Galileo de que la causa de las mareas está en el movimiento de la Luna haya resultado más acertada que la del propio Galileo, que explicaba las mareas por el movimiento de la Tierra.
Como es bien sabido, el cambio de título y la publicación en Florencia en vez de en Roma no acabaron con los problemas que este libro acarreó a Galileo. El 22 de junio de 1633, como consecuencia de su defensa en el Diálogo de un universo heliocéntrico, Galileo es considerado sospechoso de herejía por el Tribunal del Santo Oficio y condenado a prisión de por vida (pena que Urbano VIII conmutó por la de reclusión de por vida en su domicilio), y su obra es prohibida.
Galileo escribió el Diálogo con fines divulgativos, y por ello lo redactó en italiano y no en el latín usual de los textos académicos de la época. Los tres hombres que aparecen en el frontispicio son los personajes que dialogan en Venecia durante cuatro días: Salviati, defensor del sistema copernicano; Simplicio, quien aboga por el sistema de Ptolomeo y Aristóteles; y Sagredo, que en principio es neutral y busca la verdad sin dogmas. Mientras el primero y el tercero reciben nombres de amigos de Galileo, bautizar al defensor del sistema ptolemaico como Simplicio deja pocas dudas sobre la opinión que merecía dicha teoría a Galileo, aunque al parecer el autor siempre negó que el nombre tuviese una intención peyorativa.