Por Antonio Campillo López (Presidente de la Real Sociedad Matemática Española)
A un mes de iniciarse en Seúl el ICM 2014 sólo ocho años después del ICM 2006 de Madrid, y con un verano que está siendo denso en eventos matemáticos muy participativos en España, resulta visible que la investigación representa una componente cada vez más sólida de la profesión matemática. Me permito sugerir que esta componente de la profesión sea observada, analizada y protegida de forma sistemática por nuestra comunidad en la medida que su creciente alcance requiere.
La anterior sugerencia es una de las razones que me han animado a escribir estas líneas, dada la necesidad de discutir a fondo y dar solución, desde nuestra propia comunidad científica, a los problemas que en el tiempo que vivimos afectan a los investigadores y a la investigación. No olvido que lo mismo se aplica a las otras componentes de la profesión, en especial a las de la educación y la cultura, en las que, por ejemplo, se confrontan los planteamientos hacia la equidad con los de rendimiento.
La segunda razón es que hace pocos días el Comité de Ética del CNRS francés, conocido también como Comets, ha hecho público un dictamen con título "la política de excelencia en la investigación" que, en mi opinión, merece la pena difundir por su relevancia. Sin entrar en discutir los efectos considerados, me he limitado a presentar, como suplemento a estas líneas, una traducción del resumen de su contenido para acercarlo en castellano a los socios de la RSME a través del Boletín.
Quizás la relevancia se acentúe más en el caso de las matemáticas; tengamos en cuenta, sin ir más lejos, que Francia es el país en el que más conferenciantes del próximo ICM (un 15%) han nacido, según publica el reciente número 92 de la Newsletter de la European Mathematical Society EMS. Me gustaría señalar también, como muestra de tendencia actual, que dos de los comités creados recientemente por la EMS son el de Ética de 2010, que ha elaborado el código de buenas prácticas, y el de Publicaciones en 2012, que difunde ahora su propuesta de documen-to posicional. En el contexto de España, la Confederación de Sociedades Científicas, COSCE, también asume esta tendencia.
La segunda razón es que hace pocos días el Comité de Ética del CNRS francés, conocido también como Comets, ha hecho público un dictamen con título "la política de excelencia en la investigación" que, en mi opinión, merece la pena difundir por su relevancia. Sin entrar en discutir los efectos considerados, me he limitado a presentar, como suplemento a estas líneas, una traducción del resumen de su contenido para acercarlo en castellano a los socios de la RSME a través del Boletín.
Quizás la relevancia se acentúe más en el caso de las matemáticas; tengamos en cuenta, sin ir más lejos, que Francia es el país en el que más conferenciantes del próximo ICM (un 15%) han nacido, según publica el reciente número 92 de la Newsletter de la European Mathematical Society EMS. Me gustaría señalar también, como muestra de tendencia actual, que dos de los comités creados recientemente por la EMS son el de Ética de 2010, que ha elaborado el código de buenas prácticas, y el de Publicaciones en 2012, que difunde ahora su propuesta de documen-to posicional. En el contexto de España, la Confederación de Sociedades Científicas, COSCE, también asume esta tendencia.
Suplemento “La política de excelencia en la investigación” Comets. Resumen
La política de excelencia en la investigación fue planteada por la Unión Europea a raíz de su agenda de Lisboa de 2000 señalando el carácter estratégico de un desarrollo basado en el crecimiento y la utilización de los conocimientos. Si la legítima aspiración de la investigación financiada con fondos públicos es situarse al más alto nivel, parece que el uso predominante de los criterios de excelencia
para una política de financiación comporta sesgos y riesgos. En el presente comunicado se analizan varios de estos efectos:
La visualización de las prioridades científicas puede tener un efecto negativo sobre la creatividad de los investigadores.
La reducción, o incluso la desaparición, de los medios recurrentes para una financiación selectiva también es particularmente dañina para los equipos que trabajan en áreas que se quedan fuera de la oferta fijada.
La investigación avanzada se basa en una pirámide de conocimientos de la que se debe reconocer la utilidad y el carácter no programable.
Para la "excelencia" es indispensable un comportamiento ético, porque una competición demasiado fuerte conduce a excesos y pérdida de eficiencia. En las comunidades científicas la tendencia mundial actual se articula en torno a la apertura y al intercambio de los datos. El Comets formula varias recomendaciones a los responsables de la investigación:
• Cualquier ventaja, selección, recompensa, prima, asignación de créditos basados en criterios de excelencia implica el establecimiento de procedimientos de evaluación estrictos y transparentes.
• La política de la excelencia y la financiación asociada a ella deberán disponer de los medios suficientes en apoyo de base y en recursos humanos para los equipos de calidad que no cumplen los criterios de excelencia establecidos.
• Los caminos de alto nivel en investigación pasan por una gran capacidad de respuesta a los temas nuevos, a veces muy originales, que pueden aparecer fuera de caminos balizados.
• La lógica de las convocatorias conduce a menudo a buscar temáticas siempre nuevas, que obedecen más a efectos de moda que a la explotación de los recursos.
• La perspectiva de la excelencia desarrolla con bastante naturalidad comportamientos individualistas. Ahora bien, salvo rara vez, los logros de alto nivel no son fruto de un individuo aislado sino que son, generalmente, la culminación de un trabajo colectivo.
• La competición generada por la carrera a la excelencia puede implicar el aumento de los comportamientos inadecuados en los laboratorios.
• Los investigadores reconocidos como "excelentes” tienen una responsabilidad especial, con respecto a la comunidad y al público en general, para la divulgación de los progresos científicos.
La política de excelencia en la investigación fue planteada por la Unión Europea a raíz de su agenda de Lisboa de 2000 señalando el carácter estratégico de un desarrollo basado en el crecimiento y la utilización de los conocimientos. Si la legítima aspiración de la investigación financiada con fondos públicos es situarse al más alto nivel, parece que el uso predominante de los criterios de excelencia
para una política de financiación comporta sesgos y riesgos. En el presente comunicado se analizan varios de estos efectos:
La visualización de las prioridades científicas puede tener un efecto negativo sobre la creatividad de los investigadores.
La reducción, o incluso la desaparición, de los medios recurrentes para una financiación selectiva también es particularmente dañina para los equipos que trabajan en áreas que se quedan fuera de la oferta fijada.
La investigación avanzada se basa en una pirámide de conocimientos de la que se debe reconocer la utilidad y el carácter no programable.
Para la "excelencia" es indispensable un comportamiento ético, porque una competición demasiado fuerte conduce a excesos y pérdida de eficiencia. En las comunidades científicas la tendencia mundial actual se articula en torno a la apertura y al intercambio de los datos. El Comets formula varias recomendaciones a los responsables de la investigación:
• Cualquier ventaja, selección, recompensa, prima, asignación de créditos basados en criterios de excelencia implica el establecimiento de procedimientos de evaluación estrictos y transparentes.
• La política de la excelencia y la financiación asociada a ella deberán disponer de los medios suficientes en apoyo de base y en recursos humanos para los equipos de calidad que no cumplen los criterios de excelencia establecidos.
• Los caminos de alto nivel en investigación pasan por una gran capacidad de respuesta a los temas nuevos, a veces muy originales, que pueden aparecer fuera de caminos balizados.
• La lógica de las convocatorias conduce a menudo a buscar temáticas siempre nuevas, que obedecen más a efectos de moda que a la explotación de los recursos.
• La perspectiva de la excelencia desarrolla con bastante naturalidad comportamientos individualistas. Ahora bien, salvo rara vez, los logros de alto nivel no son fruto de un individuo aislado sino que son, generalmente, la culminación de un trabajo colectivo.
• La competición generada por la carrera a la excelencia puede implicar el aumento de los comportamientos inadecuados en los laboratorios.
• Los investigadores reconocidos como "excelentes” tienen una responsabilidad especial, con respecto a la comunidad y al público en general, para la divulgación de los progresos científicos.