La componente didáctica también está presente en la obra de Berrocal. En el Berrocal pintor (en esta arte se inició), así como en el escultor (oficio que lo consagró), podemos apreciar el guiño del artista al espectador de su obra. Así lo entendieron en su ciudad natal, Villanueva de Algaidas, donde hay un colegio que lleva su nombre en su honor.
Si miramos las serigrafías que componen «Deauville» («Deauville, Le Guéridon» y «Deauville, Figura Recostada», Opus 1988-001 y 1988-002, respectivamente), apreciaremos puzles geométricos que invitan a jugar con sus piezas. Lo mismo ocurre con la cabeza «Retrato de Adriano», usada por la Fundación Escultor Berrocal para explicar a alumnado y visitantes en general nociones de espacio y proporciones.
También es un rompecabezas la pieza que aparece en la portada de este último número de La Gaceta dedicado a su obra: «Omaggio ad Arcimboldo», Opus 167, realizada en Negrar (Verona, Italia), entre 1976 y 1979, para homenajear al pintor milanés Giuseppe Arcimboldo. Sus dimensiones son de 30.5 cm × 16 cm × 18.5 cm. El modelo de esta obra, que se compone de 30 elementos vegetales, se realizó en material orgánico y metálico fundido a la cera; el primer ejemplar era de bronce. Se hicieron 8 unidades en plata de ley y se pensó que hubiera hasta un máximo de 1000 en bronce pulido y patinado. Todos los ejemplares están fundidos a la cera perdida.
De esta original escultura destaca el uso de la representación de elementos orgánicos, que configuran la cabeza, así como la aparición de vacíos, producidos por la forma de cada uno de estos elementos, que la hacen diferente de otras esculturas también desmontables, que tienen una estructuración compacta.
Miguel Berrocal era un artista polifacético, como se desprende cuando se revisa su obra. Perfeccionista, como buen investigador, pendiente de todos los aspectos de sus creaciones. Lector empedernido y muy variado, ávido de todo tipo de conocimientos humanísticos, desde científicos hasta literarios o gastronómicos (su biblioteca es amplia e incluye volúmenes de matemáticas e ingeniería, de estética, de filosofía, de cocina…) que consideraba deleites para el espíritu, y también para el cuerpo. Y era capaz de trasladar su inquietud a ámbitos diversos: pintura y escultura, diseño de menaje, de objetos cotidianos, de joyas; creador de recetas de platos…
El amor por el arte, por la ciencia, por la creación, la imaginación, enlaza a Berrocal con otro espléndido creador a quien agradecemos su desinteresada colaboración. La fotografía de esta portada ha sido realizada por el matemático y fotógrafo Pedro Reyes Dueñas, también docente, también artista, cuya mirada ha sabido plasmar la belleza y el sabor de las matemáticas.
Mercedes Siles Molina