A lo largo de la semana pasada hemos ido conociendo a los premiados con el Nobel de Física, de la Paz, de Literatura, Química, Medicina y Economía. En total, 11 premiados, todos ellos hombres. En la siguiente página web puede encontrarse un listado con las mujeres galardonadas en algún momento de la historia con un premio Nobel:
Los totales en Física y Química son de 6 mujeres condecoradas, y 3 de ellas lo fueron junto con sus maridos. Como es bien sabido, no hay Nobel de Matemáticas. En su lugar, tenemos las medallas Fields, que de 56 entregadas, solo una ha recaído en una mujer: Maryam Mirzakhani, en 2014.
Analizados los datos podemos afirmar que las mujeres están infrarrepresentadas entre los condecorados con premios. Esto no ocurre únicamente con los premios mencionados; más bien se da en general, lo que, de cara a tener un mayor éxito en la carrera profesional, supone una desventaja considerable.
Es difícil encontrar datos de premios o proyec-tos sobre los que se conozca el porcentaje de mujeres que podrían haber sido nominadas o haberlo solicitado, el porcentaje de mujeres que finalmente lo solicitaron y el porcentaje que finalmente lo logró. En los siguientes enlaces, sin embargo, los encontramos para los proyec-tos del European Research Council:
Analizados los datos podemos afirmar que las mujeres están infrarrepresentadas entre los condecorados con premios. Esto no ocurre únicamente con los premios mencionados; más bien se da en general, lo que, de cara a tener un mayor éxito en la carrera profesional, supone una desventaja considerable.
Es difícil encontrar datos de premios o proyec-tos sobre los que se conozca el porcentaje de mujeres que podrían haber sido nominadas o haberlo solicitado, el porcentaje de mujeres que finalmente lo solicitaron y el porcentaje que finalmente lo logró. En los siguientes enlaces, sin embargo, los encontramos para los proyec-tos del European Research Council:
Estos documentos demuestran que, aun siendo cierto que menos mujeres que hombres solicitan proyectos, las mujeres tienen menos éxito para conseguirlo. Asumiendo que el género no es una variable que influya sobre la calidad de los proyectos ni de los trabajos científicos, podemos concluir que hay un sesgo de género a la hora de decidir las concesiones tanto de proyectos como de premios.