Ahora que se acercan las ansiadas vacaciones de verano déjenme que les recomiende, si aún no las han visto, un par de películas y una serie. Estoy segura de que sobre la primera de las películas, Figuras ocultas, ya han leído u oído hablar, puesto que si están leyendo este artículo en el boletín de la RSME debe de ser casi imposible que no les hayan comentado algo sobre la película que visibiliza el trabajo de las mujeres que hicieron posible (junto a más gente) que la NASA pusiera en órbita los cohetes del programa Apolo.

Si bien, en mi opinión, la denuncia, muy elegantemente tratada, en esta película se centra, principalmente, en el racismo contra la matemática Katherine Johnson y sus dos colegas, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, no es menos cierto que el machismo de la época queda perfectamente retratado en el hecho de que todas las mujeres (blancas y negras) trabajaban separadas de los hombres, en peores espacios, sobre todo las negras. Como dije hace unas líneas, si pueden y no la han visto aún, se la recomiendo mucho.

La otra película a la que me refería se centra en un fragmento de la vida de una mujer que no fue, ni mucho menos, oculta pero que sufrió (y superó con un éxito sin precedentes y aún sin que nadie la haya igualado) el machismo de la época que le tocó vivir: Marie Curie. Aún si conocen la biografía de Marie Curie les recomiendo este poema íntimo y feminista que retrata a una mujer luchadora, apasionada de la vida y que, a día de hoy, es una de las personas con mayor dedicación y éxito en su vida científica, pero que fue tratada como una prostituta por el simple “pecado” de enamorarse. Supongo que fue la impotencia de no poder menospreciar su trabajo como científica lo que avivó que las envidias latentes prendieran sus antorchas con esta situación personal. Vayan a verla y disfruten del homenaje a Marie Curie y (sin ánimo de hacer spoiler) vibren con la fotografía final de la misma.

Por último, la serie que quería recomendarles no tiene como protagonista a una mujer, ni siquiera a un matemático. La serie se llama Genius y en esta primera temporada el protagonista es Albert Einstein. Creo que tanto el personaje como su trabajo científico están cuidadosamente presentados, las discusiones sobre física son rigurosas y el tempo es perfecto para convertirla en una serie emocionante incluso para alguien que nunca hubiese oído hablar de este genio de la ciencia, comparable, sin que nadie se ofenda, al mismísimo sir Isaac Newton. Pero déjenme que le ponga una pega, una gran pega, a esta serie que, como he dicho, me parece bastante buena: Emmy Noether. Ni está ni se la espera.

Corría el año 1915, mediados, y Einstein daba un conjunto de seis conferencias en Gottingen, donde estaban David Hilbert (sí sale en la serie), Felix Klein y nuestra Emmy Noether.

El tema versaba sobre una novedosa y maravillosa teoría que modificaría para siempre nuestra comprensión del propio universo, la relatividad general. La teoría casi estaba en su formato final pero aún le quedaba algún fleco. El principal era que parecía ser que el tema de la conservación de la energía no estaba nada claro en relatividad general. Emmy se puso a pensar sobre el asunto y produjo un par de teoremas maravillosos, épicos para la historia de la física. En uno de ellos, por primera vez se explicaba cuándo y por qué una cantidad física es conservada. Todos hemos aprendido que la energía se conserva, que ni se crea ni se destruye, pero hasta el trabajo de Noether no se sabía por qué.

El otro teorema nos explica cómo surgen las interacciones físicas como el electromagnetismo, la interacción débil o la fuerte. En definitiva, el trabajo de Emmy puso los cimientos a toda la nueva física del siglo XX, fueron justamente sus ideas las que permitieron avanzar en el entendimiento de las partículas elementales y fue ella la que dispuso las guías por las que se pueden construir modelos y teorías físicas.


Emmy Noether

Pero no está en la serie. Vaya despiste, ¿no? Y es un despiste imperdonable toda vez que en la misma serie de la que hablamos se resalta el papel de la matemática serbia Mileva Marić y sus aportaciones (anónimas, gracias a Einstein) al trabajo del genius. De hecho (no lean lo que queda del párrafo si no han visto la serie) es magistral la bofetada sin manos que los guionistas de esta serie le dan a herr Einstein mostrando (en paralelo) como Pierre Curie renunciaba al Nobel si no se lo daban también a su mujer mientras que Albert Einstein no escribía ni siquiera una nota de agradecimiento a Mileva al pie de sus magistrales artículos.

Leo que están preparando la segunda temporada de Genius y que está dedicada a nuestro malagueño universal: Pablo Picasso. Como soy de natural optimista (o tal vez un poco imbécil), sonrío y pienso para mis adentros que a lo mejor Emmy no apareció en la temporada dedicada a Einstein porque tendrá la suya propia. Quién sabe. Merecerlo, lo merece.

Disfruten del verano.

PD: Un pequeño hilo divulgativo sobre Emmy Noether:

https://storify.com/Los3_Chanchitos/emmy-noether

Clara Grima