Un grupo de diecinueve científicos, en su mayoría doctores, forman Big Van Científicos Sobre Ruedas. Procedentes de diferentes disciplinas, principalmente utilizan el monólogo cómico y el humor como vehículo para transmitir ciencia puntera a un público no especializado. La experiencia de este singular grupo, que ya acumula más de trescientas actuaciones por toda España, engloba diferentes aspectos de la narrativa, la interpretación, la comunicación no verbal y técnicas escénicas desarrolladas de forma individual por cada uno de sus miembros, que incluyen teatro, cuentacuentos o clown.
El curso de verano organizado en Santiago de Compostela se dividió en cinco sesiones. Las dos primeras jugaron con el descubrimiento y la construcción de la voz personal propia, trabajando con el cuerpo, el espacio, las sensaciones o las imágenes para que los participantes llegasen a descubrirse como narradores y comunicadores a través de la oratoria. La tercera sesión se dedicó a la construcción del texto, mientras que en la cuarta se abordó la puesta en escena y en la quinta se recogió todo lo aprendido en una metodología para desarrollar y evaluar textos y monólogos científicos.
Algunas de las dinámicas que se pusieron en marcha en las diferentes sesiones consistieron en estiramientos y calentamientos, el control de la respiración, la consciencia del cuerpo y los sentidos, el dominio del espacio y el movimiento, la narración, la conexión de las palabras y las imágenes, los juegos con palabras, la estructuración de los contenidos, la formulación de preguntas, los elementos estilísticos, la presencia escénica o la claridad de la exposición.
El curso de verano, que se realizó con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (FECYT); la Fundación AQUAE, y VIAQUA, se incluye en el proyecto “El valor de la palabra”, que trata de acercar el mundo científico y tecnológico a la sociedad. Para ello, las acciones se estructuran en torno a tres ejes que empiezan por conocer la comprensión que tienen los usuarios de los distintos términos matemáticos que utilizan, para un posterior análisis de las posibles iniciativas para conseguir que esta percepción mejore y la puesta en marcha de acciones específicas para sensibilizar y preparar a los profesionales de las matemáticas para una adecuada transmisión de estos contenidos.
Con actividades previstas en ciudades como Santiago de Compostela, Oviedo, Sevilla y Valladolid, el objetivo de “El valor de la palabra” reside, en definitiva, en estimular la relación entre la matemática y la sociedad, acercar las necesidades reales a los expertos en divulgación y terminología matemática, así como promover la interacción entre el mundo científico y la sociedad.