Unos eventos que consiguen reunir a los mejores talentos preuniversitarios de un país y que fomentan la excelencia y el trabajo han de ser factor clave, y lo son en gran cantidad de países. Sin embargo, hoy en día, la gran labor que hacen solidaria y gratuitamente profesores y voluntarios no cuenta con el respaldo institucional necesario.
Quede como ejemplo que en años anteriores a los ganadores se les otorgaban becas académicas por parte del Gobierno, posteriormente se entregaban premios en metálico y, este último año, nada. Cabe también mencionar la ausencia de personalidades en las respectivas olimpiadas nacionales de este año: ningún miembro del ministerio acudió.
Es por esto por lo que todos nos tenemos que convencer de que sin ciencia no hay futuro. Pero, para que esta pueda desarrollarse, necesita el apoyo institucional y económico de nuestro país.