Licenciada en ciencias físicas en la Universidad de Valladolid, María Ángeles García Ferrero (León, 1991), premio José Luis Rubio de Francia 2019, se doctoró en matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid y obtuvo una plaza de investigación posdoctoral en el Max Planck Institute for Mathematics in Natural de Leipzig (Alemania), país en el que recientemente se ha incorporado al Instituto de Matemática Aplicada de la Universität Heidelberg.
Pregunta. ¿En qué consiste a grandes rasgos tu investigación?
María Ángeles. Mi principal línea de investigación abarca los teoremas de aproximación y las propiedades de continuación única para ecuaciones locales y no locales. Los primeros permiten aproximar funciones o soluciones de una ecuación en un dominio por soluciones en un dominio mayor, mientras que las segundas nos dicen que el comportamiento de una solución viene determinado por su comportamiento en un subconjunto o en un punto. Entre las aplicaciones de los teoremas de aproximación están el estudio de puntos calientes y superficies isotermas o el problema de Calderón fraccionario. También trabajo en la clasificación y construcción de polinomios ortogonales excepcionales.
P. El jurado ha destacado tu teoría de aproximación global para la ecuación del calor y su aplicación al estudio de puntos calientes y superficies isotermas. Cuéntanos.
M. A. Nuestros resultados, en colaboración con Alberto Enciso y Daniel Peralta, permiten aproximar una solución de la ecuación del calor (u otra ecuación parabólica) en un subconjunto del espaciotiempo por una solución global. Con ellos, probamos que existen soluciones de la ecuación del calor con puntos calientes locales arbitrariamente próximos a una curva dada para todo tiempo. También vemos que hay soluciones globales que presentan una hipersuperficie isoterma con una topología compacta arbitrariamente compleja que puede cambiar con el tiempo.
P. ¿Cómo valoras este reconocimiento y el hecho de ser la segunda mujer que recibe el Premio Rubio de Francia?
M. A. Es un honor recibir este reconocimiento, por ser otorgado por la comunidad matemática y por las personas que lo han recibido anteriormente. Es también un gran estímulo para seguir trabajando y un refrendo externo frente a las inseguridades internas. Ser la segunda mujer es también señal de que somos menos en los centros de investigación. Los referentes, como María Pe y otras colegas, son escasos pero contundentes. Si con este reconocimiento se visibiliza también nuestra presencia, será estupendo.
P. El año pasado también recibiste uno de los Premios Vicent Caselles. ¿Son necesarias más iniciativas como éstas para la promoción del talento joven en España y para visibilizar el trabajo de las mujeres en matemáticas?
M. A. Sin duda premios de este tipo suponen un gran impulso en la carrera de los jóvenes que, a menudo, nos enfrentamos con condiciones laborales que desperdician el talento. Las iniciativas para visibilizar y dar valor a las matemáticas en general, y a las mujeres en matemáticas en particular, no paran de aumentar. En los últimos meses se ha visto también un mayor reconocimiento por parte de los medios de comunicación y la sociedad. Sin embargo, está claro, de acuerdo a los resultados, que aún no son suficientes.