Tras su aplazamiento por la pandemia, el próximo día 10 de septiembre de 2020 se presentará en la Universitat Jaume I la segunda fase de las guías para una docencia universitaria con perspectiva de género de la Xarxa Vives d’Universitats, entre las que se encuentra la Guía para una docencia universitaria con perspectiva de género en Matemáticas, elaborada por Irene Epifanio López, componente de la Comisión Mujeres y Matemáticas de la RSME.
A partir del 10 de septiembre, este documento estará disponible gratuitamente a través de este enlace. Forma parte de una colección constituida por un total de 17 guías de diferentes disciplinas.
Estas herramientas surgieron tras la detección, en el informe “La perspectiva de género en docencia e investigación en las universidades de la Xarxa Vives: Situación actual y retos de futuro”, de la falta de incorporación efectiva de la perspectiva de género en la docencia universitaria, a pesar de que lo obliga la legislación vigente desde hace más de 15 años. Así, pretenden ayudar al profesorado a realizar una docencia sensible al género.
¿Por qué una guía docente universitaria para incorporar la perspectiva de género en la docencia en matemáticas? Además de porque la ley marca que la docencia debe contemplar la perspectiva de género, revisemos algunos hechos que han ido saliendo en boletines previos.
Un estudio realizado en España en 2019 sobre los estereotipos de género en el futuro profesorado de primaria y secundaria en materias CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) indicaba que este profesorado consideraba que las chicas eran mejores para dedicarse a la educación, idiomas, y con las carreras humanísticas y de ciencias sociales, y los chicos a matemáticas, ciencia, tecnología e informática. Estas percepciones de quien educa a los más pequeños deberían tratar de ser revertidas a través de su formación en igualdad, fomentando la coeducación en matemáticas.
También contribuye a la consolidación de estereotipos sexistas la falta de referentes femeninos en CTIM: en la actualidad, la referencia a mujeres en libros de texto en secundaria es del 5 % en ciencia y del 1 % en tecnología.
Además, la brecha de género en matemáticas se ha agrandado en los últimos años en nuestro país, siendo menor el porcentaje de mujeres matriculadas en grados de Matemáticas ahora que a principios del siglo XXI, conforme ha subido su estatus al asociarse con mayores salidas empresariales. En los últimos 30 años también ha ido disminuyendo en España el porcentaje de mujeres en otra carrera hermana como la informática, pasando del 30 % en 1985 al 12 % en 2016, justo a partir de que se convirtiera en una profesión con mayor estatus. Sin embargo, no es así en todo el mundo. Por ejemplo, en Malasia, la informática está dominada por las mujeres, ya que se considera que un trabajo en espacios cerrados como el desarrollo de software es más conveniente para ellas. Lo cual deja bien a las claras que se trata de una cuestión socio-cultural. Por ello debe darse una educación libre de estereotipos de género.
Incluso en algo tan básico como que el profesorado no excluya con su lenguaje a sus alumnas, un estudio de 2020 en España sobre el uso de lenguaje sexista en las guías docentes universitarias reflejó que el 98 % de ellas no empleaba un lenguaje inclusivo.
Todo este cóctel favorece las falsas impostoras y acaba haciendo mella en la salud mental y provocando el denominado efecto leaky pipeline, que hace referencia a la pérdida de mujeres antes de llegar a puestos de alto rango y que, además, es particularmente visible en la etapa posdoctoral, precisamente por la falta de perspectiva de género en el desarrollo de la carrera científica.
¿Qué aporta la guía en matemáticas? Al igual que en las demás materias, realiza recomendaciones que cubren todos los elementos del proceso de enseñanza aprendizaje: objetivos, resultados de aprendizaje, contenidos, metodología docente, evaluación, gestión del entorno de aprendizaje, etc. Hasta la fecha, no existía ninguna publicación con dichas características en la docencia universitaria en matemáticas.
La guía también cuenta con un capítulo dedicado a revisar recursos docentes específicos para la incorporación de la perspectiva de género en matemáticas, desde recursos para realizar una docencia inclusiva, para visibilizar a las mujeres matemáticas, sobre sesgos implícitos de género y recursos para humanizar los problemas.
Además, existe un capítulo dedicado a mostrar cómo realizar investigación matemática sensible al género, donde se trata tanto la igualdad de oportunidades, como el contenido propio de la investigación. Hace también un repaso sobre sesgos implícitos de género en investigación y docencia.
El documento pretende que se reflexione y se tenga en cuenta la diversidad, en especial desde el punto de vista del sexo y género, pero también en lo referente a minorías en el mundo matemático, como personas LGTBIQ+, personas con diversidad funcional y, en general, personas que no se ajustan al patrón o estereotipo de “normalidad”. Señala dos elementos como fundamentales, como son la empatía y la neutralización de estereotipos y sesgos implícitos.
Escrita en catalán, el fichero electrónico PDF puede traducirse mediante herramientas de traducción automática.
Incorporar el principio de igualdad además de mejorar la calidad docente es, sobre todo, una cuestión de justicia social.