Catedrático de álgebra de la Universidad de Sevilla y presidente del comité que ha liderado la candidatura de Sevilla como sede del 9ECM, Juan González Meneses relata cómo ha sido el camino hasta la proclamación de la ciudad como sede de este importante congreso, los retos y las expectativas de cara a su celebración.
Pregunta. ¿Qué supone la elección de Sevilla como sede del 9ECM para Andalucía y España en general?
Juan González Meneses. Supone un reconocimiento muy importante de la comunidad matemática europea, no sólo por nuestra capacidad como organizadores de un gran evento, sino también por la relevancia de las matemáticas españolas en el conjunto de Europa. Para Andalucía, además, supone un gran impulso a todo el trabajo que llevamos realizando desde hace muchos años, y que en muchas ocasiones no se ha visto adecuadamente reconocido.
P. ¿Cómo ha sido el camino hasta aquí? ¿Cuándo comenzaron las gestiones, qué pasos se han dado, con qué apoyos se ha contado…?
J. G. La idea de presentar la candidatura de Sevilla a organizar el ECM surgió en 2014. El director del IMUS era Luis Narváez y nos planteó la posibilidad a un grupo de “jóvenes” de las Universidades de Sevilla y Granada, contando con el apoyo de la RSME, cuyo presidente era entonces Antonio Campillo. Todas las sociedades matemáticas de España miembros de la EMS (RSME, SeMA, SEIO, SCM), el Ministerio, las Universidades, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla nos apoyaron en ese primer intento, pero la candidatura ganadora fue la de Portorož, en Eslovenia. Con todo lo aprendido decidimos presentarnos una segunda vez, incorporando al comité organizador nuevos miembros de las universidades de Sevilla, Granada, Málaga, Cádiz y Almería. Nos hemos sentido muy apoyados por toda la comunidad matemática española, a través de sus sociedades matemáticas, institutos de investigación, Comité Español de Matemáticas, organizaciones de estudiantes, ANEM (Asociación Nacional de Estudiantes de Matemáticas), e investigadores que, a título individual, nos han ayudado a dar a conocer nuestra candidatura a nuestros colegas europeos. También la Universidad de Sevilla, la Facultad de Matemáticas de Sevilla y el resto de Universidades de Andalucía han apoyado desde el principio este proyecto con entusiasmo. Ha sido un proceso que ha involucrado a muchas personas y entidades. El IMUS, el IEMath-Gr y en su conjunto el IAMAT son las que más directamente van a estar involucradas en la organización de este evento, pero necesitamos a toda la comunidad matemática española para hacerlo realidad, y nos sentimos muy apoyados en esta empresa.
P. ¿Qué necesidades se plantean ahora para que el ECM2024 sea un éxito?
J. G. Necesitamos que todos los matemáticos de España sientan este congreso como suyo: que participen acudiendo, organizando sesiones especiales, mini-symposia o congresos satélite, que hablen con sus colegas en el extranjero de lo que estamos organizando, que se vea como algo tan atractivo que haga venir incluso a los que no suelen asistir a grandes congresos. Y, por supuesto, necesitamos apoyo institucional, a todos los niveles. Debemos saber transmitir a las instituciones la importancia de este evento.
P. ¿Cuáles son los retos, los objetivos, las expectativas de cara a este congreso?
J. G. Hay objetivos a muchos niveles. Queremos que el número de participantes sea alto y que la organización funcione, pero, sobre todo, que el mensaje de la importancia de las matemáticas llegue a la sociedad. Debemos saber aprovechar el interés que puede concitar este congreso para que se valore lo que hacemos.
P. ¿Qué fortalezas puede exhibir la comunidad matemática española en Europa?
J. G. Somos una comunidad muy importante dentro de Europa. Por la calidad de nuestra investigación, la gran cantidad de actividades en las que estamos involucrados y nuestros centros de investigación que cada vez atraen una mayor excelencia. Además, estamos siendo capaces de transmitir esto cada vez mejor a la sociedad a través de excelentes divulgadores, obteniendo importantes distinciones, o mediante estudios como el elaborado por la Red Estratégica de Matemáticas y AFI sobre el impacto socio- económico de la investigación matemática y de la tecnología matemática en España. Haber conseguido la organización del 9ECM también es un logro que nos fortalece a los ojos de la comunidad matemática europea.
P. ¿Qué beneficios aportará esta celebración? ¿Cuál será el “retorno” para las matemáticas españolas?
J. G. Organizar un evento de estas características aporta prestigio y visibilidad. Las matemáticas en Andalucía deberían obtener el reconocimiento que merecen por su excelencia en investigación. Por otra parte, que en España se hayan organizado eventos de la talla del 3ECM en Barcelona en 2000, el ICM (Congreso Internacional de Matemáticos) en Madrid en 2006 o el ICIAM (International Congress on Industrial and Applied Mathematics) en Valencia en 2019, y que se vaya a organizar el 9ECM en Sevilla en 2024, es una prueba evidente de la importancia de las matemáticas españolas. Debemos ser capaces de aprovecharlo para potenciar nuestra imagen y obtener recursos que nos ayuden en la formación de jóvenes, la colaboración internacional y, en definitiva, en el avance de las matemáticas.