El Premio José Luis Rubio de Francia ha cumplido más de quince años de impulso a la carrera científica y profesional de jóvenes investigadores en matemáticas y, por ese motivo, la RSME ha querido conocer la trayectoria de sus galardonados.Tras la concesión de este prestigioso reconocimiento a Joaquim Puig en la primera edición (2004) y a Javier Parcet en la segunda, Santiago Morales fue el ganador en 2006. “Fue un gran orgullo para mí que se me concediera el premio. Lo sentí como un reconocimiento al trabajo realizado”, asegura este matemático, doctor por la Universidad de Granada, de quien el jurado destacó sus estudios en superficies minimales.
La trayectoria de Morales ha estado, desde entonces, enfocada a la docencia. “Después de doctorarme, fui contratado por la Universidad de Granada, donde me había formado. Eran contratos anuales, renovables. Me sentía afortunado de ser un joven investigador en dichas condiciones. Sin embargo, debido a distintas circunstancias personales, y hasta cierto punto casuales, decidí cambiar a la educación secundaria”, explica. De hecho, cuando le concedieron el premio ya había dejado la investigación y se dedicaba a la docencia. “Me planteé la posibilidad de volver, pero las circunstancias personales no eran las adecuadas”, recuerda. La investigación requiere estabilidad.