Licenciado en Física y doctor en Física Matemática por la Universidad Complutense de Madrid, investigador posdoctoral en el ETH Zürich y en la actualidad investigador ERC en el ICMAT-CSIC (después de realizar estancias de investigación en Nueva York, Montreal y Roma), Alberto Enciso cuenta con una brillante carrera plagada de reconocimientos. Entre ellos, el Premio José Luis Rubio de Francia, en 2011, que la RSME le concedió por una “excepcional creatividad y versatilidad” a la hora de demostrar resultados difíciles e importantes, y de desarrollar técnicas de utilidad en áreas diversas como la física matemática, las ecuaciones en derivadas parciales o la geometría diferencial. El fallo del jurado destacaba su trabajo conjunto con Daniel Peralta Salas, en el que resolvían una conjetura propuesta en 1969 por el matemático británico Keith Moffat. Cabe destacar que Enciso recibió en 2013 el Premio Antonio Valle de la Sociedad Española de Matemática Aplicada y que, en 2014, se convirtió en el primer matemático galardonado con el Premio Príncipe de Girona en la categoría de Investigación Científica.
El investigador hace balance ahora de lo que supuso el Premio Rubio de Francia, un prestigioso galardón que, desde hace más de 15 años, reconoce a jóvenes investigadores en matemáticas, españoles o que hayan realizado su trabajo en España.
Pregunta.- ¿Qué supuso este premio personal y profesionalmente? ¿Surgieron nuevas oportunidades laborales a partir de su concesión?
Alberto Enciso- Fue una gran satisfacción. Es un premio del que guardo un recuerdo magnífico. Supuso una confirmación más dentro de la buena acogida que he tenido en la comunidad matemática, a pesar de que mi formación fue en física. No tuve ninguna oferta de trabajo por el premio como tal, pero me ha ayudado a obtener otras distinciones, así que considero que ha sido un fuerte impulso para mi carrera.
P.- ¿Nos puedes describir a grandes rasgos cómo ha sido tu trayectoria profesional como investigador posdoctoral?
A.E.- He tenido suerte y me ha ido muy bien. Cuento con colaboradores de gran nivel y hemos conseguido resolver o hacer avances significativos en varios problemas difíciles e interesantes que han atraído mucha atención. Estoy contento de continuar en el CSIC, ahora como profesor de investigación, y también de contar con una buena financiación para mi investigación a través de dos proyectos ERC. Creo que el premio José Luis Rubio de Francia me ha ayudado en estos proyectos de selección.
P.- El Premio Rubio de Francia trata de impulsar la carrera de los jóvenes investigadores en España. ¿Qué opinas de la política científica en nuestro país?
A.E.- A día de hoy pienso que la ciencia en general, y las matemáticas en particular, no cuentan en España con suficiente apoyo ni desde la clase política ni desde la sociedad. Pero soy optimista y confío en que la financiación y la percepción de la ciencia mejorarán: sería una irresponsabilidad que no fuese así.