El Premio José Luis Rubio de Francia reconoce desde hace más de 15 años la labor investigadora de jóvenes españoles o que hayan realizado su tesis en España y, por ese motivo, en estas semanas repasamos en el Boletín de la RSME lo que ha supuesto para los galardonados. Hoy recordamos a Ángel Castro Martínez, distinguido en 2013 por estudiar, junto a sus colaboradores, el problema de la aparición de singularidades, uno de los pasos necesarios para entender la formación de turbulencias en fluidos incompresibles.
Licenciado en Física por la Universidad Complutense y doctor en Matemáticas por la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de Diego Córdoba (ICMAT-CSIC), asegura que “el reconocimiento de mi investigación con este premio supuso un refuerzo de la confianza en lo que estaba haciendo en ese momento”. Un galardón del que señala que “curricularmente ha tenido mucho peso”.
Su trayectoria postdoctoral ha estado marcada por un año en la École Normale Supérieure de París y, después, su paso por la Universidad Autónoma de Madrid, donde fue contratado por un proyecto europeo ERC hasta que consiguió un contrato Ramón y Cajal en esta universidad madrileña. “Una época intensa pero muy productiva”, destaca.