El pasado 22 de octubre se presentó el Libro Blanco de las Matemáticas, coordinado por la RSME, en la sede de la Fundación Ramón Areces. La igualdad de género en el ámbito matemático, dada su importancia, cuenta con un capítulo en el libro y también con la mirada propia en el ámbito de la educación primaria y secundaria en el correspondiente apartado de la obra. En este primer capítulo se analizan diferentes aspectos del sistema educativo español a partir de, entre otras fuentes, los resultados publicados en estudios internacionales como Trends in International Mathematics and Science Study, Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMMS). TIMMS es una evaluación internacional de conocimientos de matemáticas y ciencias promovido, desde 1995, por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, International Association for the Evaluation of Educational Achievement en inglés) y dirigida al alumnado de cuarto de primaria y segundo de la ESO de todo el mundo, aunque actualmente en España solo se realiza en el nivel de cuarto de educación primaria.
El hecho de que esta prueba se realice a una edad más temprana que, por ejemplo, las pruebas PISA dirigidas al alumnado de 15 años, permite tener datos de la educación primaria, que sugieren que existe una brecha de género en matemáticas en edades tempranas (a los 9-10 años). En la media global internacional de 2015, los resultados promedio por género son exactamente los mismos, 505 puntos en ambos casos. Sin embargo, los datos obtenidos en matemáticas en España, desglosados en la siguiente tabla, indican diferencias significativas en las pruebas de 2011 y en las de 2015.
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Tabla
En los dos estudios la diferencia se ha mantenido constante y está entre las mayores de todos los países participantes. Solo en Italia es mayor (20 puntos) y es igual a la observada en Croacia, Eslovaquia y Portugal. En el análisis del Libro Blanco se apuntaba que “la variabilidad de esta diferencia de resultados entre diferentes países es una indicación sólida de que el origen de la diferencia hay que buscarlo en el entorno sociocultural, o en el propio sistema educativo”, y en sus conclusiones indicaba la urgencia en indagar causas de la diferencia de rendimiento por género observadas en España a tan temprana edad.
Esta brecha de género que se detecta en el ámbito educativo en matemáticas desde la educación primaria se va perpetuando (y en cierto modo ampliando) a lo largo de las diferentes etapas educativas, no se limita al ámbito educativo sino también al contexto social y cultural extendiéndose al futuro profesional. Esta realidad ha promovido múltiples estudios e iniciativas para procurar reducir esta brecha de género. En décadas anteriores la mayoría de estas acciones en el ámbito educativo estaban enfocadas a los últimos cursos de secundaria, cuando el alumnado elegía los estudios universitarios o en los cursos donde el alumnado debe empezar a escoger la rama científica. Lo que indican estudios como TIMMS es que esta brecha nace mucho antes y que, por tanto, debe haber iniciativas enfocadas a los primeros cursos de la educación primaria. Aunque hay cierto consenso respecto a la existencia de la brecha de género, los posicionamientos para darle respuesta son diversos. En el siguiente Boletín comentaremos algunas de las diferentes propuestas para dar respuesta a este problema.