El pasado 15 de enero se anunció la elección del matemático y genetista Eric Lander como director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica del nuevo gobierno de Joe Biden. Además, el cargo será promovido dentro de la nueva administración a un nivel comparable al de ministro.
Eric Lander, nacido en Brooklyn, Nueva York, en 1957, estudió matemáticas en la Princeton University, donde se graduó en 1978 con un trabajo sobre «On the structure of projective modules» dirigido por John Coleman Moore. Se doctoró por la University of Oxford en 1980 con la tesis “Topics in algebraic coding theory” supervisada por Peter Cameron. Por influencia de su hermano, Arthur Lander, que es biólogo del desarrollo, y del genetista David Botstein, a quien conoció en el MIT, comenzó a interesarse por, primero, la neurobiología y, después, la genética. En este último campo ha desarrollado una exitosa carrera como pionero de la secuenciación del genoma humano, siendo, entre otros muchos logros, en 2001 el autor principal del primer borrador que se publicó en Nature.
En la carta de designación el presidente de EEUU, Joe Biden, ha recordado cómo en su predecesor T.D. Roosevelt nombró en 1944 a Vannevar Bush para esta misma misión y cómo, en respuesta, V. Bush escribió su famoso ensayo “Science-the Endless Frontier” que ha guiado la agenda cientīfica estadounidense por 75 años. El nuevo presidente apuesta, además, por una redirección y renovación de la estrategia científica y tecnológica capaz de marcar el rumbo de los próximos 75 años. Para ello pide a Lander que reflexione junto con sus colegas y equipo y haga recomendaciones sobre cinco cuestiones esenciales: qué se puede aprender de la actual pandemia y qué medidas deberían tomarse; cómo pueden los avances científicos y tecnológicos crear soluciones para el cambio climático; cómo puede garantizarse Estados Unidos el futuro liderazgo científico y tecnológico y, en especial, competir con China; cómo asegurarse de que los avances científicos sean compartidos por toda la nación y sus todos sus ciudadanos; cómo garantizar a largo plazo de la prosperidad de la ciencia y la tecnología en EE.UU.