La crisis económica del 2009-2015 y la actual crisis pandémica del Covid-19 marcarán a todos, este primer cuarto del s. XXI, pero de forma muy especial a los jóvenes. La devastación que han producido en el mercado laboral (lo que implica por tanto en las familias), aumenta la presión en la toma de decisiones sobre los estudios y la orientación profesional que afronta este segmento de población.
En periodos de crisis, tristemente para el talento, suelen imponerse más criterios prácticos que vocacionales en la elección de los estudios a seguir, y una vez iniciados, en qué nicho profesional orientarse para su incorporación al mercado laboral. En ambos casos, suele predominar la elección basada en la información del mercado laboral más inmediata, esto es, dónde se están produciendo menos despidos y dónde hay menos posibilidad de que en futuras crisis se produzcan. En resumen, se busca más seguridad que otros aspectos como la capacidad de mejora, el máximo aprovechamiento de la formación recibida e incluso, lo que es más triste, la vocación y la ilusión.
Los grados de Matemáticas, altamente vocacionales, se ven afectados desde siempre por estos vaivenes socio-económicos. Si tanto en las sesiones de orientación para nuevos estudiantes, como para estudiantes cerca de su graduación, no se ilustran todas las posibilidades laborales actualizadas, la visión queda reducida a los tópicos de los estudios más tradicionales (docencia e investigación).
Según el estudio del Eurofound Transformación del mercado de trabajo: Tendencias y enfoques políticos en relación con la flexibilización (2020):
[…] los mercados de trabajo en la UE se están diversificando en cuanto a modelos de jornada laboral y naturaleza de las relaciones laborales. Dichos cambios vienen impulsados por tendencias socio-económicas, como el paso a una economía basada en los servicios y la creciente proporción de las mujeres en el mercado de trabajo, así como las evoluciones tecnológicas.
[…] El empleo en la UE se ha mostrado capaz de resistir a la crisis: antes de la pandemia de COVID-19, la tasa de empleo de la UE había aumentado en 2,7 puntos porcentuales entre 2008 (y el comienzo de la crisis financiera global) y 2018.
[…] La demanda de trabajo altamente cualificado se ha incrementado: La necesidad de trabajadores con educación superior ha quedado equilibrada por una mayor oferta, lo que se traduce en un incremento de 9,3 puntos porcentuales en el porcentaje de empleo cualificado.
Estos parámetros deben llegar a nuestros futuros graduados, en frases compactas como la siguiente: el mercado laboral se recupera de las crisis de forma flexible y siempre favoreciendo los trabajos altamente cualificados.
Este mensaje general debe poder visualizarse en perfiles profesionales concretos para los graduados en matemáticas, con capacidad de recorrido temporal (no marcados por una coyuntura determinada), de calidad y, lo que es más importante, idóneos para la formación de un graduado en matemáticos que refuerce la idea principal de captación de alumnado en nuestros grados: elige los estudios que más te satisfagan, no exclusivamente por lo que puedan ofrecerte cuando los completes, porque por una parte el mercado puede dar un vuelco en 5 años, y por otra, ninguna carrera profesional altamente cualificada puede ser satisfactoria si no nace de la vocación y el disfrute en su periodo de formación.
La captación del alumnado de talento en secundaria, la orientación en los primeros cursos del grado y, por último, el asesoramiento cercano, o inmediatamente después, a la graduación o a la finalización del tercer ciclo, son momentos críticos para cualquier universitario. Los equipos de orientación hacen un gran esfuerzo, pero en general abarcan mucha información generalista, no muy actualizada para cada grado o, en el peor de los casos, poco estimulante para el alumnado.
La Comisión Profesiones y Empleabilidad de la RSME considera que debe proporcionar a la comunidad, y por consiguiente a los egresados, material veraz y lo más cercano a las tendencias del mercado laboral que enfoque el s. XXI con optimismo y esperanza para nuestros futuros estudiantes y graduados en matemáticas.
Para tal fin, la Comisión ha propuesto a la Dirección de la RSME el diseño de unas fichas técnicas de perfiles profesionales idóneos para los graduados en matemáticas, asesorado por profesionales de cada sector donde se ubican, con información útil, veraz y cercana a un alumnado que puede estar dudando de si una titulación en matemáticas tiene hueco en este mercado laboral tan arisco y desesperante para los jóvenes. Un proyecto ya puesto en marcha por esta Comisión y que esperamos se haga realidad en este año.
Este material, en formato digital, muy gráfico, queremos que sea de ayuda también a profesores, orientadores y familias, pilares fundamentales en la toma de decisiones de los estudiantes y recién graduados, accesible por tanto para no profesionales de las ciencias exactas. A su vez, consideramos que puede ser útil para empleadores y departamentos de recursos humanos, interesados en captar el talento mejor formado en nuestras universidades.