Para la mayoría de la gente, quizás, un museo se piensa como un lugar donde se exponen, conservan y protegen colecciones de valor patrimonial. Esa es solo una de las funciones de un museo moderno. Actualmente los museos tienen un departamento de Educación que organiza actividades complementarias a la simple visita. Por otra parte, en el ámbito científico se han extendido los museos de ciencia interactivos en todo el mundo, a pesar de que a primeros de los años 80 solo existía en Europa el “Palais de la Decouverte”, en París, un museo que había sido inaugurado en 1937. Al otro lado del Atlántico, el mayor referente de los museos interactivos era y es el “Exploratorium” de San Francisco, abierto en 1969. Estos museos nacieron con un lema disruptor en relación con la tradición anterior: “prohibido no tocar” y ambos contenían colecciones dedicadas a las matemáticas. A partir de ahí, numerosos museos de ciencia en todo el mundo han incorporado exposiciones temporales de matemáticas interactivas, mereciendo especial mención en España el “Museu de la Ciéncia” de Barcelona, ahora conocido como “CosmoCaixa” que durante muchos años ha movido esas exposiciones temporales pensadas para un museo científico a centros culturales o incluso a carpas instaladas a propósito para albergar la exposición.
Hasta hace poco tiempo, el único museo de matemáticas de nuestro país ha sido el Museu de Matemàtiques de Catalunya (MMACA), con sede en el Palau Mercader de Cornellá de Llobregat. El MMACA, nacido en 2014, forma parte, junto con el Mathematikum de Giessen (2002, Alemania) y el MoMath de Nueva York (2012, EE. UU.), de los primeros museos interactivos del mundo dedicados exclusivamente a las matemáticas.
En 2019 se inauguró el segundo centro de este tipo en nuestro país: el Museo de Matemáticas de Aragón en el Monasterio de Casbas, que acaba de cambiar su sede al Planetario de Huesca. Se ha hecho por iniciativa del Instituto de Matemáticas y Aplicaciones de la Universidad de Zaragoza (IUMA) y la Sociedad Aragonesa de Profesores de Matemáticas (SAPM).
El Museo Didáctico e Interactivo de Ciencias de la Vega Baja del Segura de la Comunitat Valenciana (MUDIC-VBS-CV) es una estructura permanente de divulgación científica de titularidad Municipal, inaugurada en 2008, gestionada por la Asociación de Profesores de Ciencias “Hypatia de Alejandría”. No es un museo dedicado exclusivamente a las matemáticas, pero en él sí que tienen un papel importante.
El Museo de la Ciencia de Valladolid acoge desde 2018 una exposición permanente sobre matemáticas, realizada con el asesoramiento de la Sociedad Castellana y Leonesa de Profesores de Matemáticas Miguel de Guzmán.
En la Comisión de Divulgación de la RSME la contamos con personas implicadas muy directamente en esos cuatro proyectos: Robert Escribano, del MMACA; Víctor Manero, del Museo de Matemáticas de Aragón; M. Carmen Perea, directora del MUDIC, y Alfonso Población, implicado en la sala “Malditas Matemáticas… ¿o no?” del Museo de la Ciencia de Valladolid. Destacamos además que estos cuatro museos (o salas) aparecen ligados a la iniciativa de las sociedades de profesores de matemáticas. Volvemos a encontrar la inseparable relación entre educación y divulgación.
La relación entre el juego y las matemáticas es muy diversa y se ha analizado en numerosos estudios y publicaciones, el estímulo que aporta el juego al aprendizaje de las matemáticas se añade al entorno no formal de un museo de ciencia involucrando activamente a los visitantes y relacionando la actividad muy directamente con la resolución de problemas. Burnett [1], considera que los juegos matemáticos capturan el entusiasmo de los niños y crean entornos favorables para el aprendizaje y Guzmán [2], reflexiona sobre la idoneidad de los juegos matemáticos, al preguntarse por los métodos más efectivos para transmitir a un público amplio el interés profundo y el entusiasmo que las matemáticas pueden suscitar. A través de juegos se genera un contexto que, siendo gestionado desde una perspectiva constructivista de interacción entre todos los participantes, favorece la construcción de distintos tipos de conocimientos matemáticos, según Edo y Deulofeu [3].
Aprendizaje en museos
Los estudiantes no siempre utilizan los diferentes bloques de información suministrados en la visita con el objetivo que los profesores y diseñadores de las exposiciones esperan. Es difícil que el escolar estructure la información con la intencionalidad que se pretende. Los estudios analizados encuentran que los escolares pueden adquirir información factual y conceptual después de interaccionar con un conjunto de módulos que contienen conceptos científicos relacionados, pero un desarrollo conceptual significativo sólo ocurre cuando la visita es explícitamente conectada con objetivos de aprendizaje que relacionen la actividad escolar y la visita al museo, descrito por Falk [4]. Por lo que parece importante para el aprendizaje que la actividad quede organizada con una pre- y post- visita en el centro educativo.
Exponen Guisasola y Morentín [5] la importancia de estructurar las actividades de la visita para facilitar el aprendizaje del alumnado, así como la importancia de estimular conexiones entre las experiencias que se van a realizar en el museo y lo que sucede antes y después en el aula. Debido a que la finalidad última es facilitar el aprendizaje se propone una estructura general de actividades que consiste en:
- Actividades y recursos para antes de la visita. (Pre-visita).
- Actividades para la interacción o la búsqueda de información durante la visita.
- Actividades de reflexión sobre las experiencias vividas, para después de la visita. (Post-visita).
Seguiremos hablando de todo ello la próxima semana.
Referencias
1.- Burnett, L. (1992). “Using instructional games to construct number understanding and skills”. In M. Horne y M. Supple (Eds.), Mathematics: Meeting the challenge (pp. 223-228). Melbourne: The Mathematical Association of Victoria.
2.- Guzmán, M. (1989). “Juegos y matemáticas”. Revista SUMA 4. 61-64.
3.- Edo, M. y Deulofeu, J. (2006). “Investigación sobre juegos, interacción y construcción de conocimientos matemáticos”. Enseñanza de las Ciencias, 24(2), 257-268.
4.- Falk, J.H. (1997). “Testing a museum exhibition design assumption: Effect of explicit labeling of exhibit cluster on visitor concept development”. Science Education, 81, pp. 679-687.
5.- Guisasola y Morentín (2013). “Visitas escolares a centros de ciencias basadas en el aprendizaje”. Revista Alambique Didáctica de las Ciencias Experimentales, núm. 73, pp. 61-68.