El Póster/Prisma Mujeres y Matemáticas se presentará como exposición en el Congreso Bienal de la RSME. Esta comisión ha reunido las contribuciones de las 28 matemáticas que participaron en las actividades que organizó esta Comisión para celebrar el 12 de mayo de 2020 y 2021, Día Internacional de la Mujer Matemática que conmemora el nacimiento de Maryam Mirzakhani, la única mujer que ha ganado una Medalla Fields hasta la fecha. En 2020 y 2021 organizamos varias actividades virtuales destinadas a visibilizar mujeres matemáticas. Destacamos aquí dos de ellas.
En 2020 entrevistamos a 24 matemáticas para la serie “12 preguntas para el 12 de mayo”, en colaboración con WOMAT – WOmen in MAThs. En 2021 celebramos la jornada “Cuatro Matemáticas, Cuatro Mujeres, Cuatro Mensajes”, invitando a cuatro matemáticas a compartir sus trayectorias, sus investigaciones y sus experiencias. En esta actividad colaboraron el Instituto de Ciencias Matemáticas y la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid. Ambas actividades están disponibles en nuestro canal de YouTube.
Ahora, para potenciar la visibilidad de las mujeres matemáticas, hemos diseñado un prisma recogiendo las entrevistas, que se expondrá en el Congreso Bienal de la RSME que se celebrará del 17 al 21 de enero en el campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha. La Comisión participará, además, en la sesión especial “El papel de las matemáticas ante los objetivos de desarrollo sostenible”, con una ponencia sobre el ODS5 (Igualdad de género).
Con nuestras actividades para el 12 de mayo pretendemos crear referentes femeninos de investigadoras en matemáticas. Las mujeres matemáticas son minoría, y muchas niñas y jóvenes no tienen modelos con los que se puedan identificar. Es ya bien conocido que esta es una de las causas por las que las mujeres no eligen estudiar matemáticas o se dedican a ellas en menor medida que sus compañeros.
La selección de matemáticas que realizamos no fue accidental: contamos con investigadoras en todas las etapas de la carrera académica, culminando con Karen Uhlenbeck (Premio Abel 2019 y la única mujer ganadora de este premio hasta hoy) pero contando también con investigadoras en etapas más tempranas hasta la predoctoral. El objetivo es que estas mujeres se perciban como referentes alcanzables.
Además, creemos que estas acciones ponen en valor los logros de mujeres matemáticas. Puesto que, según muestran los datos, sus conquistas normalmente están infravaloradas con respecto a las de los hombres, este tipo de actividades contribuyen a equilibrar la balanza dentro de la propia comunidad matemática. Al fin y al cabo, se trata de romper el círculo vicioso que se produce actualmente: puesto que hay pocas mujeres investigadoras en la comunidad matemática, a las jóvenes les resulta difícil acceder a esta comunidad. Pero no nos podemos quedar aquí. Las acciones de visibilización, aunque son muy importantes, no son suficientes para cerrar la gran brecha de género que existe en la investigación en matemáticas.
Sobre todo, no basta con visibilizar mujeres investigadoras en un contexto exclusivamente femenino. Poner constantemente a las mujeres en una “casilla aparte” provoca que su condición de mujeres sea siempre relevante. Y esto no es positivo para las mujeres, ni tampoco para la comunidad investigadora en general.
Si las iniciativas de género se limitan a visibilizar mujeres destacándolas como tales, e incidiendo sobre sus características personales y su vida familiar, la imagen que se proyecta es necesariamente desequilibrada: se favorece la visión de que las mujeres consiguen logros a pesar de su género, o que ser mujer necesariamente conlleva responsabilidades de cuidados y por eso es un mérito más.
Esta imagen no ayuda a promover la igualdad entre mujeres y hombres. Al contrario: perpetúa los estereotipos de los que se pretende huir.
Y, sobre todo, centrar las acciones de igualdad exclusivamente en la visibilización permite que la comunidad investigadora se acomode a que las mujeres tengan su pequeño espacio de exhibición sin que nada más cambie. Los componentes de esta Comisión creemos firmemente que no nos podemos permitir esta tendencia. La perspectiva de género debe permear a todos los ámbitos de la comunidad universitaria. La Ley de la Ciencia se debe cumplir en detrimento de la discriminación actual. El lenguaje debe ser inclusivo. Las evaluaciones en las revistas científicas no deben favorecer los artículos escritos por hombres y la etapa de embarazo y primeros meses de crianza debe ser tenida en cuenta en las evaluaciones y procesos de selección.
Como Comisión hemos compaginado iniciativas como la que se presenta en la Bienal para combatir la discriminación desde otros ángulos. Como dijo Karen Uhlenbeck en Cuatro Matemáticas, Cuatro Mujeres, Cuatro Mensajes, “es esencial que la comunidad científica sea inclusiva”.