El pasado lunes 14 de marzo, siguiendo las recomendaciones del Comité de Ética, se reunió el International Mathematical Olympiad Board (conocido como IMOB, por sus siglas en inglés) para dar respuesta a la situación provocada por la invasión rusa de Ucrania. Teniendo presente la declaración realizada por la Asamblea General de Naciones Unidas en la que se calificaba como agresión las actuaciones militares rusas en Ucrania, y sin olvidar que uno de los principales objetivos de la Olimpiada Internacional, recogido en su Reglamento permanente, es “fomentar relaciones de amistad entre los matemáticos de todo el mundo”, tomó importantes decisiones que han sido ya propuestas al Jurado, que como único órgano ejecutivo de la Olimpiada Internacional deberá aprobarlas o rechazarlas en los próximos días.
Se da la circunstancia de que uno de los tres miembros electos del IMOB es ruso: la primera decisión ha sido entonces suspenderlo en sus funciones como miembro de ese comité. La segunda es la exclusión de la Federación Rusa de la comunidad IMO, lo que implica que no figurará en la lista de países participantes, ni estará representada en el Jurado Internacional. Y, por último, recordando que nunca en la historia de la Olimpiada Internacional se ha sancionado a los estudiantes por las faltas o conducta inapropiada de los profesores de su país, permitir la participación de estudiantes rusos, que deben registrarse individualmente para participar en línea; podrán recibir diplomas y medallas, pero en ningún caso como miembros de algún equipo.
La IMO no solo es el modelo de muchas olimpiadas nacionales: también lo es, sin ninguna duda, de otras olimpiadas regionales, como por ejemplo la EGMO (European Girl’s Mathematical Olympiad), cuya undécima edición comienza en apenas tres semanas en Eger (Hungría). Su comité olímpico –el EGMOB– se reunió en la tarde del lunes, adoptando decisiones similares a las propuestas por el IMOB. Rusia no participará este año, aunque sí podrán hacerlo, en remoto, estudiantes rusas de forma individual.
Después de dos años en los que la pandemia obligó a trabajar en remoto, se espera que delegaciones de veintidós países participen de nuevo de forma presencial y que otros siete (fundamentalmente los no europeos) lo hagan en línea. Seguro que todas las participantes recordarán con dolor a la joven ucraniana Yuliia Zdanovska, víctima a los 21 años de esta terrible guerra. Yuliia era una chica EGMO, ganadora de medalla de plata en su segunda participación en el año 2017.
En el caso de España, fue el último fin de semana de febrero cuando el Barcelona Tech Math Contest, que se hizo en remoto, sirvió como prueba de selección de nuestro equipo femenino de 2022. A través del plasma, pudimos aplaudir y ver de cerca la cara de felicidad de Raquel Trull Bàguena, Marta Cano Cagigas, Mencia Díaz de Cerio Ruiz de Lobera y Dominika Sobal, nuestro equipo de este año, que se completa con Elisa Lorenzo como Jefa de la Delegación, y con Celia Rubio Madrigal, Jefa Adjunta. ¡Mucho ánimo y mucha suerte a todas!
Pero no todo van a ser malas noticias. En La Rábida se ultiman ya los preparativos para recibir a los participantes en el concurso final de la LVIII Olimpiada Matemática Española.
Un nutrido grupo formado por setenta y siete estudiantes, la “cosecha” de este año, delegados de la OME, correctores y entusiastas ex olímpicos, siempre dispuestos a echar una mano donde son necesarios, nos reuniremos para disfrutar, entre el 31 de marzo y el 3 de abril, de los problemas del concurso y, sobre todo, del tan ansiado reencuentro.
Información sobre el concurso final, disponible en esta dirección.