La RSME hizo públicos la semana pasada los nombres de las tres personas galardonadas con las Medallas de la RSME 2022. Carlos Andradas, Pilar Bayer y Luis Narváez han merecido este año el reconocimiento de la comunidad matemática y nos cuentan cómo han recibido esta merecida distinción.
Carlos Andradas: “El reconocimiento de los tuyos es algo impagable”
Pregunta.- En una carrera en la que ha sido rector de la UCM, presidente de COSCE, asesor en ministerios y actualmente rector de la UIMP… ¿Qué supone la concesión de esta medalla?
Carlos Andradas.- La medalla tiene un valor especial: el reconocimiento de los “tuyos”. Esto es algo impagable.
P.- ¿Cómo recuerda su etapa como presidente de la RSME y qué destacaría del trabajo realizado en aquellos años?
C. A.- Fue una etapa muy ilusionante. Se trataba de resucitar la RSME, que había estado muchos años en estado de hibernación. Casi empezar de cero o incluso de valores negativos por los recelos existentes. Lo mejor: las personas con las que trabajé. Todo el mundo derrochaba entrega e imaginación. Empezamos con nuestros congresos de la RSME, el primer congreso conjunto con una sociedad matemática extranjera, nada menos que con la AMS y finalmente la candidatura y celebración del ICM en Madrid en 2006 y de la IMO en 2008, que aunque yo ya no era presidente sí que lo era cuando presentamos la candidatura. Todo ello fue fruto del equipo de vocales de la Junta y de todos los colaboradores, con una mención especial al presidente de la Comisión científica, Antonio Córdoba. Algo bonito, porque entronca con mi puesto actual, es que en aquellos años se empezó la Escuela de Internacional de Matemáticas Lluis Santaló en la UIMP. Este año celebramos su XXI edición.
P.- ¿Qué hitos, contribuciones o momentos considera que han sido más decisivos en toda su trayectoria?
C. A.- Sin duda el encuentro con mis sucesivos maestros: en primer lugar, Tomás Recio y Don Dubois, mis directores de tesis. Después con E. Becker tras la estancia posdoctoral en Dortmund. Con L. Bröcker de Münster con quien escribimos el libro de Real Constructibles Sets, y más tarde con la escuela italiana de Pisa, F. Acquistapace y F. Broglia. Y por descontado el magnífico grupo de amigos y matemáticos (por ese orden) de Madrid. Sin ellos no habría logrado ni la cuarta parte de lo que he hecho.
P.- ¿Qué considera que ha aportado su formación matemática a su faceta de gestión?
C. A.- Aunque suene a tópico, diría que la capacidad de análisis y de desarrollo lógico para abordar los problemas.
P.- ¿Cuáles son sus planes para el futuro?
C. A.- Bueno, yo me considero un matemático estándar (afortunadamente tenemos personas brillantísimas) pero con una fuerte vocación de servicio al colectivo matemático y universitario en particular. Creo que tengo cierta predisposición para el consenso. Y me encanta la docencia. En esta etapa, sin duda final, de mi carrera, quiero seguir enseñando, aprendiendo y trabajando por la comunidad, allá donde me encuentre.