El catedrático Carlos Gómez y el académico de la Real Academia Española Guillermo Rojo se han incorporado este año al grupo de socios de honor de la RSME. Una designación que ambos asumen con el agradecimiento con el que nuestra sociedad científica valora su incorporación. Hemos querido conocer su visión de la RSME y su relación con las matemáticas en primera persona.
Pregunta.- ¿Qué supone haber recibido esta distinción de la RSME?
Carlos Gómez.- Es un honor y un orgullo recibir esta distinción por parte de una sociedad con tanta historia y trayectoria como la RSME. Aunque mi formación sea la de un ingeniero informático, siempre he sido un apasionado de las matemáticas, son fuente de inspiración en mi trabajo y las aplico diariamente a los problemas de mi campo de investigación. Por lo tanto, me honra especialmente que se reconozca mi trabajo (y por extensión el de mis colaboradores) desde el ámbito de las matemáticas.
Guillermo Rojo.- Una auténtica sorpresa que ha supuesto una enorme satisfacción personal. Jamás se me habría ocurrido pensar que algo así podría sucederme. Estoy muy agradecido a la Junta de Gobierno y a toda la RSME por la generosidad con que me han tratado. Me tienen a su disposición para cualquier cosa en la que mi contribución pudiera ser de alguna utilidad.
P.- ¿Cuál es su visión de la RSME como sociedad científica?
C. Gómez.- Creo que la RSME realiza una labor muy importante de promoción y difusión de las matemáticas en España, así como de fomento de su enseñanza. Yo tuve ocasión de experimentarla desde que estaba en bachillerato, al participar en la Olimpiada Matemática Española y en las correspondientes Olimpiadas Internacional e Iberoamericana. Son eventos muy enriquecedores para entrar en contacto con conceptos matemáticos más allá de lo que se enseña en el instituto, enfrentarse a un desafío intelectual y conocer a otra gente con los mismos intereses. La promoción de las matemáticas es especialmente relevante en unos tiempos en los que a menudo se menosprecia la ciencia básica y hay que luchar contra preconcepciones falsas, como que las matemáticas tienen poca relación con la realidad o que son arduas y difíciles. Considero que las sociedades científicas son un pilar fundamental para el desarrollo de la ciencia, entre otras cosas porque contribuyen a crear redes, fomentan la colaboración, dan visibilidad a las distintas disciplinas y fomentan el interés por ellas
G. Rojo.- Las sociedades científicas fueron un elemento fundamental en el desarrollo de muchos países en épocas pasadas, pero los cambios en la organización de la sociedad y de la actividad científica han desdibujado un tanto el papel que pueden desempeñar. Sin embargo, no es ese el caso de la RSME. En lo que yo conozco, tiene una actividad muy intensa en la difusión a toda la sociedad española del importantísimo papel que juegan los conocimientos matemáticos en nuestra vida y, como consecuencia de ello, del trato que debe darse a las matemáticas en los programas de enseñanza. El Libro Blanco de las Matemáticas es un magnífico exponente de todo esto. Debo confesar que me produce cierta envidia y un profundo deseo que quienes trabajamos en lingüística pudiéramos hacer algo parecido con nuestra disciplina. Después de todo, las lenguas y las matemáticas son el fundamento de toda la enseñanza y las disciplinas que nos ayudan a articular nuestro pensamiento.
P.- ¿Cuál es la contribución y el valor de las matemáticas en su labor investigadora?
C. Gómez.- Mi investigación se centra en el procesamiento del lenguaje natural, es decir, el desarrollo de programas que sean capaces de comprender y generar textos en lenguaje humano, y las matemáticas están muy presentes en lo que hago a todos los niveles. Por un lado, parte de mis investigaciones son de carácter teórico, buscando desarrollar nuevos algoritmos. En ese tipo de trabajos las matemáticas son protagonistas, porque es necesario demostrar matemáticamente que los algoritmos son correctos, acotar su tiempo de ejecución o, a veces, demostrar la inexistencia de un algoritmo eficiente (por ejemplo, porque un problema que nos gustaría resolver resulta ser NP-difícil). A menudo estos algoritmos y resultados están asociados a problemas de combinatoria y teoría de grafos. Otros trabajos son de carácter más empírico, porque se centran más en el diseño de sistemas o en mejoras de implementación que en el desarrollo de algoritmos, pero en ellos también están muy presentes las matemáticas. Hoy por hoy, la mayoría de los sistemas de procesamiento del lenguaje natural utilizan redes neuronales, que se basan en grandes multiplicaciones de matrices y se entrenan con métodos con origen en el cálculo, como el gradiente descendente. También hacemos mucho uso de modelos probabilísticos que definen distribuciones sobre palabras, oraciones u otros elementos lingüísticos. Por último, a la hora de evaluar las mejoras que hemos hecho o comparar unos sistemas con otros, utilizamos diferentes técnicas estadísticas y contrastes de hipótesis. Por lo tanto, puedo decir que las matemáticas son imprescindibles y omnipresentes para mi investigación, en todos y cada uno de los proyectos que llevo a cabo tienen un papel importante.
P.- Su papel se considera determinante en el acuerdo de la RSME y la RAE para revisar los términos matemáticos del diccionario. ¿Cómo valora estos trabajos y el resultado?
G. Rojo.- En realidad, todo ha sido, como en tantos otros casos, una casualidad. Dado que mi buena amiga Victoria Otero y yo estamos vinculados a la Universidade de Santiago de Compostela, era lógico que entre los dos nos ocupásemos de organizar el desarrollo del convenio entre la RAE y la RSME. La labor realizada por el grupo de trabajo de la RSME fue verdaderamente ejemplar y puedo decir que sus propuestas fueron aceptadas con muy pocas modificaciones (de detalle) por la comisión de vocabulario científico y técnico de la RAE y fueron incorporadas al DLE poco tiempo después. A mi modo de ver, esta colaboración ha sido un magnífico ejemplo de lo que nuestras instituciones (no solo estas dos) pueden hacer y de los efectos beneficiosos que se producen con sinergias de este tipo. El grupo de trabajo de la RSME sigue en la tarea y podremos incorporar sus nuevas aportaciones dentro de no mucho tiempo.