“Es una gran alegría el recibir el reconocimiento de mis años de trabajo y, al mismo tiempo, lo considero un gran aliciente para las investigadoras en el área”. Así lo reconoce María del Carmen Romero, catedrática jubilada de la Universitat de València y Medalla de la RSME 2023, quien también agradece el hecho de que “la RSME se preocupa/ocupa con la igualdad de género, algo que, a mi entender, es en estos momentos una de las cuestiones fundamentales a nivel social”.
Pregunta.- El jurado ha destacado su implicación en el fomento de la igualdad y su colaboración en la publicación de trabajos con investigadoras de España y del extranjero. ¿Cómo valora esa experiencia? ¿Sería necesario fortalecer redes de colaboración nacionales e internacionales para impulsar la investigación matemática que realizan las mujeres?
Carmen Romero.- Desde muy joven me he sentido implicada en la defensa de la igualdad de género, al mismo tiempo, la obtención de una beca para la realización de mi tesis doctoral, así como la posibilidad de realizar largas estancias en Inglaterra (Universidades de Warwick y Southampton) durante los años 70 me abrió caminos en la colaboración con investigadores e investigadoras de otros países, en particular con investigadoras del Brasil, con las que he tenido una fuerte conexión a lo largo de toda mi carrera investigadora. Tuve la oportunidad de vivir durante bastante tiempo en Brasil y fue para mí una sorpresa descubrir que el número de investigadoras en matemáticas era igual o mayor que el de investigadores, por supuesto todo tiene su explicación y vale la pena observarlo, pero tal vez no sea este el momento de hacerlo. Debo afirmar, en este sentido, mi gran agradecimiento al fallecido Prof. Antonio Martínez Naveira por haberme facilitado en su día, como director del Departamento de Geometría y Topología de la UV, en el que yo trabajaba, la posibilidad de obtener permisos para realizar diversos desplazamientos al Brasil. Estas experiencias me han llevado a considerar de gran importancia la colaboración, tanto a nivel nacional como internacional, ya que la diversidad potencia y enriquece el pensamiento y, por tanto, la investigación en general.
La posibilidad de realizar estancias con beca en otros países (Inglaterra, Brasil, Polonia o Japón, entre otros) fue de gran importancia a la hora de conocer otros investigadores y colaborar con ellos. Eso fue muy enriquecedor en mi carrera investigadora.
P.- ¿Qué es lo que más valora de su trayectoria profesional y académica?
C. R.- Lo que más me enorgullece es el haber formado un grupo de investigadores con una importante proyección internacional.
P.- La teoría de singularidades con aplicaciones a la geometría diferencial ha centrado buena parte de su interés como investigadora, ¿Por qué se inició en ese campo?
C. R.- En mi estancia en la Universidad de Warwick (UK) tuve la oportunidad de conocer al Prof. E. C. Zeeman, quien fue mi director del máster y me adentró en las técnicas de la teoría de catástrofes, que me cautivaron. Descubrí posteriormente a través de algunos trabajos iniciales en el área que esas técnicas podían ser de gran ayuda en el estudio de la geometría de subvariedades, constituyendo una alternativa interesante al punto de vista de la geometría clásica y me dediqué con entusiasmo a esa línea durante varios años.