El pasado 18 de diciembre de 2023 tuvo lugar el III Taller de Salud Mental en Matemáticas, organizado por la Comisión de Jóvenes de la Real Sociedad Matemática Española. Por tercer año consecutivo, la iniciativa ha sido un éxito, contando con un total de 30 participantes en línea. En esta ocasión, la ponente fue Susana Rodríguez Martínez, titular en el Departamento de Psicología de la Universidade da Coruña y miembro del grupo de investigación de Psicología Educativa. El tema general del taller fue la gestión de recursos y el bienestar emocional en el ámbito académico, y desde la Comisión de Jóvenes hemos sacado estas cuatro ideas principales:
¿Cómo pueden los jóvenes investigadores repartir el tiempo para tener una buena salud mental? Se recomienda repartir el tiempo en franjas de dos horas de alta demanda. Además, se deben alternar estas franjas con descansos o tareas de baja demanda. Por otro lado, es necesario realizar, al menos, un descanso continuado de un día y medio a la semana.
¿Cómo pueden los jóvenes detectar las autolimitaciones que se imponen y cómo se recomienda trabajar para modificar este comportamiento? Esto está relacionado directamente con el síndrome del impostor y el problema se encuentra en que los jóvenes investigadores no experimentan la pertenencia a un grupo y, por lo tanto, sienten que no pueden desahogarse. Por otro lado, necesitan aprender que equivocarse es parte del proceso y que esos errores son oportunidades de aprendizaje en su camino.
¿Existen técnicas que permitan mejorar la calidad del descanso continuado? En este sentido, en el mundo de la investigación muchas veces los investigadores en sus descansos siguen pensando en aquellos problemas que no consiguen resolver, y lo que se recomienda para estos casos es utilizar agendas en formato software para poder anotar la idea y programarla de manera que nos la recuerde en horario de trabajo, y en un momento en el que podamos darle respuesta o continuidad. Además, es importante planificar el ocio y los descansos para así no pensar en el trabajo.
Por último, también se trató sobre cómo los revisores científicos, los directores de tesis o en general los séniors del campo de investigación deben proporcionar feedback a los jóvenes investigadores para que gocen de una buena salud mental. De esta forma, se recomiendan dos tipos de revisiones: por un lado, en forma de correcciones directamente en el texto y, por otro lado, en forma de comentarios que incluyan aspectos positivos o mejorados, puesto que esto ayuda al joven investigador a sentirse más realizado.
Todos estos consejos persiguen afianzar los tres factores que se asocian al bienestar emocional en contextos de logro, como el contexto académico: régimen de trabajo regular, apoyo social y percepción de competencia (sentir que somos buenos en lo que hacemos).
Además, Rodríguez Martínez nos explicó cómo son los perfiles que consiguen desenvolverse de forma plena en estos contextos de logro. De acuerdo con las investigaciones, hay tres tipos de posturas desde las que nos enfrentamos a estas situaciones: buscando aprender y realizarse, buscando ser el mejor, y buscando no destacar. Lo recomendable desde el punto de vista de la salud mental es fomentar la primera, tanto en nosotros mismos como en nuestros compañeros o alumnos. En nuestra carrera profesional vamos a encontrarnos con numerosas dificultades (entregas con fechas muy ajustadas, problemas que no sabemos solucionar o para los que necesitamos adquirir nuevos conocimientos, etc.). Si vemos nuestra carrera profesional como un camino que nos llevará a descubrir cosas nuevas, percibiremos esas dificultades como retos a superar. Sin embargo, si nuestro objetivo es destacar por arriba o no destacar demasiado por abajo, estas dificultades se convertirán en amenazas, con la sensación de agobio que esto conlleva. Desde la psicología nos recuerdan que es importante navegar nuestro día a día desde el disfrute, y no desde el estrés que estas posturas más competitivas acarrean. Lo más interesante de todo es que, según los estudios, tener como motor el aprendizaje y el desarrollo propio no solo impacta positivamente en nuestro bienestar, sino que también se correlaciona con obtener mejores resultados.
La salud mental se posiciona como un tema prioritario en la vida profesional de los matemáticos y académicos. Al inicio de su charla, la ponente destacaba que en la educación superior uno de cada cuatro estudiantes tiene problemas de salud mental y, en los últimos años, el abandono académico relacionado con la salud mental se ha multiplicado por dos. Por ello, desde aquí os animamos a todos a seguir asistiendo y organizando esta clase de iniciativas que, poco a poco, nos ayudan a construir un ambiente de trabajo más acogedor y saludable.