La profesora Luz Roncal (BCAM) tomó en este mes de abril el relevo como presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales, cargo que hasta entonces ocupaba Luis Narváez (Universidad de Sevilla). En esta entrevista nos habla de la nueva composición y objetivos de este órgano de la RSME que sirve de punto de encuentro de las matemáticas en España y en el exterior.
Pregunta.- ¿Qué incorporaciones habrá en la nueva comisión y cuál será la línea de acción general?
Luz Roncal.- En primer lugar, me gustaría comenzar agradeciendo a la directiva RSME y a la junta de Gobierno la oportunidad que me han proporcionado. También a Luis Narváez, el presidente saliente, por el trabajo realizado hasta ahora, y a los demás miembros que dejan la comisión: Guillermo Curbera, Olga Gil, Eugenia Saorín, Lidia Fernández y Jorge Mozo. En el proceso de renovación se incorporan Clementa Alonso, Xavier FernándezReal, Javier Gómez-Serrano, Elisa Lorenzo, Álvaro Lozano y Alberto Rodríguez-Vázquez. El equipo lo completan María Ángeles Alfonseca-Cubero (que ocupará la vicepresidencia), María Ángeles GarcíaFerrero y Manuel González-Villa. Mi agradecimiento a todos ellos por su buena disposición y su generosidad.
En términos generales, los objetivos de la comisión pretenden ser realistas y de ambición moderada, teniendo en cuenta que la pertenencia a una comisión es totalmente desinteresada y que no tenemos ningún tipo de financiación o recurso humano a nuestra disposición, más allá del tiempo que los miembros queramos dedicar. Las ideas de la comisión en esta etapa van a ser continuistas, pero tratando de concretar e impulsar los proyectos iniciados en la anterior etapa.
P.- ¿Cuáles serán los objetivos principales de la comisión? ¿Se deben o se pueden incrementar las acciones en cuanto a la relación y la atención a los matemáticos y matemáticas españoles en el exterior?
L. R.- El principal objetivo que nos gustaría desarrollar durante los próximos tres años es la elaboración de una base de datos y el diseño de una lista de distribución, revisable periódicamente, con matemáticos españoles, o formados en España, o con un fuerte vínculo con las matemáticas españolas, que se encuentren en el extranjero, pero también con matemáticos que están en España y que puedan representar a grupos de investigación, departamentos o instituciones. Esta lista de distribución permitiría el intercambio de información relativa a plazas universitarias, convocatorias de contratos predoctorales y postdoctorales, acciones institucionales, convocatorias de proyectos nacionales e internacionales, información sobre olimpiadas internacionales, información sobre congresos y promoción para la organización y participación en programas de investigación (del estilo de Oberwolfach, Isaac Newton Institute, Mittag-Leffler), información sobre cambios legislativos, de acreditaciones… En definitiva, cualquier información o acción que pueda ser de interés a matemáticos españoles en el extranjero, pero también a matemáticos que se encuentran en España y que puedan acceder a oportunidades académicas diversas en el extranjero.
La idea de elaborar una base de datos se inició en el período anterior, cuando Luis Narváez y Joaquín Pérez trabajaron en la creación de un formulario google para la recopilación de datos de matemáticos españoles en el extranjero, e incluso ya existe una lista de personas. El periodo de pandemia paralizó el proyecto y nos gustaría retomar el material existente (de nuevo agradezco a Luis por cederme el derecho a trabajar sobre lo que ellos iniciaron), revisarlo, pulirlo, formalizarlo convenientemente y empezar a contactar a personas interesadas.
Como objetivo secundario, nos gustaría utilizar la redacción periódica de artículos en el boletín RSME para visibilizar la situación de matemáticos españoles en el extranjero y la problemática para regresar a España: por ejemplo, desde esta columna se pueden analizar (aunque sea someramente) las condiciones, en ocasiones de bajo reconocimiento, que dificultan la incorporación al sistema español de investigadores que se encuentran en el extranjero. Por otro lado, queremos utilizar este medio para abrir una ventana a conocer cómo son los escenarios académicos en otros países. Dentro de esta temática, en el período anterior se inició un proyecto de entrevistas a matemáticos en el extranjero (aparecieron en el boletín entrevistas a Dolores Romero e Ignacio Uriarte-Tuero), que en mi opinión aportaron información muy valiosa. Sería interesante continuar ofreciendo información sobre otros países.
Hay otros temas de interés que nos gustaría explorar y reflejar en estos escritos, como el funcionamiento de la filantropía en matemáticas en el extranjero, o el conocimiento de instituciones que posibilitan la organización de programas y encuentros internacionales (como los mencionados anteriormente). También tratar de elaborar cuestiones sobre la actividad y presencia de otras sociedades matemáticas en otros países.
Otra idea a impulsar es la organización de mesas redondas en congresos RSME donde se puedan debatir los asuntos descritos arriba. Por último, pero no menos importante, la comisión quiere mantener un compromiso en actividades de cooperación: en esta etapa, Clementa Alonso, miembro ejecutivo de CIMPA, será clave para la comunicación de actividades y propuestas desde CIMPA, que la comisión analizará para a su vez proponer acciones que puedan ser de interés.
P.- Este año hay varias citas matemáticas de alcance internacional, como el 9 ECM. ¿Qué supone la celebración de este congreso en Sevilla y qué podemos esperar de él?
L. R.- Creo que es importante que congresos de esta envergadura se celebren en nuestro país, por una cuestión política, ya que ofrece la oportunidad de visibilizar al exterior el buen hacer de la comunidad en matemáticas en España y, recíprocamente, sirve para entender qué está pasando en el panorama internacional. Que un evento de este estilo esté bien organizado y con una propuesta científica sólida repercute en el prestigio, seriedad y credibilidad de la matemática española. En este sentido, traslado mi enhorabuena y reconocimiento a las personas involucradas en la organización: es un trabajo de una magnitud inmensa que en muchos casos se realiza de forma desinteresada y anónima. Pero, fundamentalmente, entiendo que en un congreso europeo o mundial debería primar el interés científico por encima de lo demás. Es un escaparate de algunas de las líneas de investigación punteras que se están desarrollando en la matemática mundial, y yo animaría a los participantes a que no se limiten a asistir a sus correspondientes sesiones, y acudan a varias charlas plenarias. De interés especial debería ser para responsables de instituciones e investigadores principales, pero también, por otro lado, para estudiantes que toman contacto, quizá por primera vez, con matemáticos extranjeros y con otros temas de investigación.
P.- ¿Qué dirías sobre los encuentros y congresos conjuntos con otras sociedades, sobre los Encuentros Ibéricos en Matemáticas, o sobre los acuerdos de reciprocidad? ¿Consideras que en general funcionan bien o hay cuestiones a mejorar?
L. R.- En primer lugar, quisiera aclarar que en realidad la comisión de Relaciones Internacionales no se encarga de gestionar, organizar o proponer la organización de este tipo de eventos o de acuerdos con otras sociedades (aunque, por supuesto, la comisión puede proponer a la junta para su estudio la posibilidad de desarrollar alguna actividad de este estilo). Los encuentros conjuntos tienen un alto contenido simbólico y, científicamente, facilitan la comunicación de grupos y áreas de investigación españoles que mantienen lazos tradicionales de colaboración con investigadores de otros países. Una de las tareas que creo que la comisión debe intentar realizar es una labor de análisis de estos congresos conjuntos. Como he dicho, son positivos en muchos aspectos, y además se celebran con relativo éxito de participación. No obstante, considero que es fundamental cuidar y estudiar la frecuencia, motivación, contenido y servicio de dichos encuentros. Hay una realidad que escucho en muchos círculos de investigación matemática: un número excesivo de congresos (y no necesariamente me refiero solo a estos encuentros conjuntos RSME) puede producir un cierto hastío e incluso rechazo a la participación sistemática cuando no hay un verdadero interés, fundamentalmente científico, en ello. Hay que analizar con cuidado los objetivos que motivan estas reuniones, los colectivos que pueden estar interesados o los tiempos de realización, entre otras cosas, para tratar de cargar de significado y atracción científica a las mismas. En cierta medida, un estudio similar debería realizarse en lo que se refiere a los acuerdos de reciprocidad.
P.- En un mundo y una ciencia cada vez más globalizados, ¿hay que reforzar las relaciones internacionales? ¿De qué forma o en qué sentido?
L. R.- Sí, claro que hay que reforzar las relaciones internacionales. Pero esto no es nada nuevo: lo bonito de las matemáticas, y de la ciencia en general, es que utilizan un idioma universal para tratar sobre unos intereses y problemas comunes. Esto ha sucedido siempre, lo que pasa es que ahora en principio la comunicación es mucho más fácil, porque matemáticos de distintos países, con distintas culturas y costumbres, estamos a un email, o un mensaje instantáneo para trabajar en nuestros proyectos conjuntos. Esta es la semilla de lo que se refiere a la pregunta anterior, pues estas colaboraciones e intereses comunes, si se afianzan, motivan la organización de encuentros donde haya un acercamiento personal y cultural y permita un espacio de discusión e incubación de nuevas ideas entre grupos afines. ¿Qué hacer para reforzar estas relaciones? Precisamente dentro de una coyuntura negativa como la que estamos viviendo en el escenario político internacional, dejo una opinión sobre lo que creo que no hay que hacer: los matemáticos deben seguir manteniendo lazos de colaboración científica con investigadores de todo el mundo, independientemente de su procedencia y de la institución a la que pertenecen. Sería un auténtico desastre si por razones de diferencias no matemáticas dejamos de trabajar con unos colegas u otros. Creo que las matemáticas deben mantenerse, con su universalidad, en un plano intelectual superior que trasciende conflictos, diferencias y prejuicios.