El pasado 28 de febrero de 2024 tuvo lugar el I Taller de Educación Matemática organizado por la Comisión de Jóvenes de la Real Sociedad Matemática Española. Este taller, en su primera edición, tuvo una participación de 90 personas en línea. Se destaca el hecho de que el 50 % de los asistentes formaba parte del profesorado de ESO y Bachillerato y un 20 % eran docentes del ámbito universitario. El resto de la audiencia se dividía fundamentalmente entre doctorandos, estudiantes del grado en matemáticas y profesorado de Educación Primaria, habiendo incluso un 2 % de matemáticos no relacionados con la docencia y un 2 % de profesionales no relacionados con las matemáticas. Estas cifras son un claro indicador del éxito que ha tenido la nueva iniciativa de la comisión.
El ponente del taller fue Luis J. Rodríguez-Muñiz, catedrático del departamento de Estadística e I.O. y Didáctica de la Matemática de la Universidad de Oviedo y coordinador del grupo de investigación Mathematics Education Research Group (MERG), con años de experiencia dentro de la educación matemática. Este taller abordó ideas fundamentales sobre la educación matemática, así como algunos consejos sobre cómo mejorar la práctica educativa.
La charla comenzó con una pregunta abierta al público: ¿Las matemáticas se descubren o se inventan? En una encuesta llevada a cabo durante el taller, el 75 % de los participantes defendía que estas son descubiertas, frente al 25 % restante que indicaba que son inventadas. Rodríguez-Muñiz explicó cómo el posicionamiento que tomemos en esta cuestión determina el modo de entender las matemáticas y, por tanto, el modo de transmitirlas. A continuación, mencionó distintas teorías de aprendizaje de las matemáticas que se apoyan en una u otra postura filosófica, y concluyó con el constructivismo de la educación matemática, resumiéndolo en una idea inspiradora: Los docentes no debemos transmitir conocimiento, sino dar pistas para que los alumnos construyan el suyo propio.
En la siguiente parte del taller se reflexionó sobre la forma en la que nos han enseñado matemáticas. A este aspecto, rápidamente se señaló que en la mayoría de los casos se anteponen las clases magistrales a la exploración. Este enfoque va en contra de esta idea constructivista, que alienta a acercarse al alumnado de forma integradora: atendiendo a sus conocimientos previos y sus posibles concepciones erróneas, observando también su comunicación no verbal y contexto social, y apoyándose en metáforas, entre otras estrategias.
Algunas recomendaciones para aprender matemáticas que se dieron son:
- Exploración de problemas abiertos.
- Discutir con compañeros.
- Manipular objetos.
- Utilizar un método inductivo.
El método inductivo implica trabajar con casos particulares para que los estudiantes puedan generalizar distintas propiedades. De esta forma, una vez que el alumnado haya realizado su generalización será el profesorado quien proceda a la institucionalización de dicha propiedad. Otra reflexión fundamental fue la de abogar por la práctica productiva frente a la práctica reproductiva. Es decir, evitar la resolución una y otra vez de los mismos problemas con los mismos planteamientos, y empezar a abordar diferentes conceptualizaciones de un mismo problema.
Desde la Comisión de Jóvenes queremos hacer especial mención a un componente que se presentó como clave en el aprendizaje de las matemáticas y a menudo pasa desapercibido: los factores socioafectivos. Como decíamos, una visión integradora del aprendizaje incluye el contexto social y la realidad emocional y psicológica de los estudiantes. Es en este contexto en el que se producen los bloqueos y el tan famoso “es que no valgo para las matemáticas”. Cabe destacar que esto no se limita a la educación obligatoria: dentro de la educación universitaria también hay que trabajar tanto los problemas de bloqueo como los problemas del síndrome del impostor. Esta pequeña pincelada recuerda al profesorado la importancia de promover una buena salud mental también en las aulas.
Por último, se cierra el taller señalando que la educación matemática mejoraría apostando más por reflexionar sobre el cómo realizo una determinada tarea o problema frente a la cantidad, priorizar la práctica productiva y el método inductivo, conectar los distintos resultados de matemáticas, crear oportunidades para que el alumnado pueda adquirir un logro en matemáticas y observar posibles bloqueos o inseguridades dentro del aula.