El pasado mes de mayo de este año falleció en Nueva York James Harris Simons, conocido en la comunidad matemática por ser el fundador, junto con su esposa Marilyn Hawrys Simons, de la Simons Foundation en 1994. La Simons Foundation es una organización sin ánimo de lucro, dedicada principalmente al apoyo de cuatro ramas del conocimiento: matemáticas y ciencias físicas, ciencias de la vida, investigación sobre el autismo, y educación y divulgación.

La fundación proporciona financiación para el desarrollo de investigaciones en matemáticas alrededor de todo el mundo a través de proyectos individuales y para la organización de congresos y programas temáticos. Algunos institutos de prestigio, como el Institut des Hautes Études Scientifiques (IHES), la University of California, Berkeley y el antiguo MSRI (ahora Simons Laufer Mathematical Sciences Institute) han recibido generosas donaciones por parte de esta fundación a lo largo de los años.

Simons y su fundación son un ejemplo de filantropía en matemáticas, que es una práctica relativamente extendida, fundamentalmente a través de fundaciones, en Estados Unidos y en varios países de Europa.

El apoyo financiero a proyectos científicos desde una perspectiva moderna se producía ya desde los años 1920’s, y un ejemplo importante es el de la Rockefeller Foundation. Esta fundación concedía becas gestionadas por su Departamento de Educación Internacional (IEB), creado en 1923. Entre los beneficiarios se encuentran matemáticos muy conocidos del siglo XX, como por ejemplo el ganador de una de las dos primeras medallas Fields en 1936, Lars V. Ahlfors, el lógico Alfred Tarski y el geómetra algebraico John Arthur Todd. Como dato curioso, algunas solicitudes por parte de matemáticos destacados como Andrey Nikolaevich Kolmogorov o nuevas solicitudes de antiguos becarios del IEB como Stefan Banach y Bartel Leendert Van der Waerden fueron rechazadas, a veces por considerar que no presentaban un proyecto sólido. Las ayudas del IEB se destinaron fundamentalmente a dos tipos de proyectos diferentes: estipendios personales y financiación de construcciones para centros de investigación destacados. Actualmente la Rockefeller Foundation tiene una visión y objetivos diferentes, y no está especialmente dedicada al apoyo de las matemáticas.

Otro ejemplo destacable es el de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, con una amplia tradición de concesión de proyectos individuales.

Llama la atención que una institución como el Institute of Advanced Study de Princeton, que fue fundado por Abraham Flexner junto a los filántropos Louis Bamberger y Caroline Bamberger Fuld, cuenta en su página web con un apartado dedicado a la filantropía, incluyendo una invitación específica a realizar donaciones o actos de filantropía de diversos tipos.

También en EEUU hay otros casos relevantes, como el Clay Institute (fundado por Landon T. Clay) y sus famosos problemas del milenio, o la Alfred P. Sloan Foundation.

En Asia encontramos el Tata Institute of Fundamental Research en India, fundado gracias al apoyo financiero de Sir Dorabji Tata y la Wolf Foundation en Israel (fundada por Ricardo Wolf), que otorga el premio Wolf.

En Europa hay varios casos reseñables como la Alexander-von-Humboldt-Stitfung AvH en Alemania, que es una fundación para el fomento de la cooperación internacional en materia de investigación entre investigadores extranjeros y alemanes, principalmente en ciencias naturales, matemáticas y humanidades. Tiene como misión financiar individuos (no proyectos), y los beneficiarios son libres de elegir sus temas investigación y sus colaboradores. Mantienen acuerdos de cooperación con instituciones africanas.

También en Alemania están el Heidelberg Laureate Forum, financiado por Klaus Tschira, y el conocido Mathematisches Forschungsinstitut Oberwolfach (MFO), fuertemente apoyado por la Oberwolfach Stiftung, fundación nacida en 1998 para proporcionar financiación estable y respaldar las actividades científicas desarrollados en el MFO.

El Instituto Mittag-Leffler de Estocolmo cuenta también con el apoyo económico, aparte de varias universidades, de diversas fundaciones y privados (algunos matemáticos).

En España, la Fundación BBVA financia los premios Rubio de Francia (concede 35.000 euros al ganador para el desarrollo de un proyecto de investigación) y los premios de Investigación Matemática Vicent Caselles-RSME, así como los de la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa. La Fundación BBVA también está detrás de la financiación de las ayudas de la Red Leonardo y los prestigiosos premios Fronteras del Conocimiento.