Una colaboración de Guido Ramellini (Museu de Matemàtiques de Catalunya) para la Comisión de Divulgación

Se han cumplido 18 años de la primera reunión del Grupo ICE UPC para hablar de un museo de matemáticas; 17 de la primera exposición en Alella y (casi) 11 de la inauguración de la Exposición Permanente de Cornellà, un paso fundamental para la continuación de un proyecto museístico que ha ido cambiando con el tiempo y que ahora tiene como horizonte la red de pequeñas, medianas y grandes salas distribuidas en el territorio FEEMCAT.

Diez años que han merecido ser celebrados, por ejemplo, invitando a los centros escolares de Cornellà en el parque de Can Mercader para construir Cúpulas de Leonardo. Fueron 16 centros y más de 1100 estudiantes los que acudieron. (Más información sobre las Cúpulas).

tetraedro gigante
Una de las actividades: construcción del tetraedro gigante. Coordinación: Caroline Ainslie

Aprovechamos los actos de nuestro décimo aniversario para estrenar en la planta baja del museo la exposición de las obras Posible, Reversible, Imposibles de nuestro socio Joan Antoni Blanc, un maestro del diseño industrial, capaz de proponer ideas fantásticas en el formato más accesible.

La combinación de precisión gráfica, sencillez de los elementos y (quizás aparente) inmediatez de su fruición crean un lenguaje que invita a la reflexión y la investigación, porque no basta con observar y, sobre todo, no sirve contemplar pasivamente.

Esta obra se enmarca en la línea de investigación que el MMACA ha emprendido en los últimos años, a partir de algunas propuestas de Josep Rey y Enric Brasó, para emocionar y estimular la reflexión y la conversación sin necesidad de tocar los objetos. Esta propuesta más creativa y artística, pero muy vinculada a las matemáticas, cuenta ahora con más autores y la presencia catalana en la Bridges Conference se ha vuelto sumamente interesante por la cantidad y calidad de los trabajos presentados.

Esta exposición también se ha podido visitar en la Facultat de Matemàticas y Estadística de la UPC.

Hemos acabado los dos proyectos europeos que han ocupado una parte importante de nuestra agenda en los últimos dos años, pero sus resultados han sido tan interesantes que nos obligan a seguir investigando e implementando las actividades allí elaboradas en nuestra realidad.

El proyecto SMEM, destinado a niños de 3 a 8 años, ha producido una exposición de formato medio, con unos quince módulos hands-on y una maleta educativa, con unos veinte módulos hands-on (formato DINA3) para difundir localmente una exposición pop-up, fácil de transportar y de montaje rápido en las aulas de educación infantil y del ciclo inicial de primaria. Estos productos cumplen los criterios de las propuestas del MMACA: ilusionar y estimular la acción, la reflexión y la conversación.

Materiales MMACA del proyecto SMEM       

Durante el desarrollo del proyecto destinado a los centros de formación de adultos (Numeric[All]), se han ido creando unas sinergias con iniciativas del CREAMat y de la UB Mundet, que participaba en otros proyectos europeos sobre competencias matemáticas de la EPA (Educación Personas Adultas). Pusimos a disposición de la red local que se creó (FAMAT) el material que estábamos desarrollando, para pilotarlo y perfeccionar la calidad de la propuesta.

También en este caso, hemos desarrollado una maleta didáctica con unos veinte módulos para poder ofrecer este tipo de experiencia a los centros de la EPA y servir para la formación del profesorado del área científica de este sector de la educación tan olvidado.

Las maletas, como los talleres que ofrecemos a las escuelas, no sustituyen la experiencia al museo, pero nos permiten acercarnos y estimular a nuestros interlocutores directos y completar la función educativa que, estamos convencidos, los museos deben asumir cada día más.

Los aspectos vinculados al currículo profesional de los usuarios de la EPA hacen interesante que puedan ofrecerse al menos los elementos básicos de programación de objetos sencillos para su impresión 3D. Un primer resultado fue la producción por parte del alumnado del CFA Arquitecto Jujol, de Sant Joan Despí, de unos materiales matemáticos destinados a unas cuantas escuelas de Senegal, dentro del proyecto Playing and Learning.

Sin embargo, nuestra actual meta está fijada en abrir nuevas sedes, tanto en Girona como en Tarragona y para ello estamos inmersos en el desarrollo de un Plan Estratégico para los próximos años, para reflexionar y dejar las cosas ordenadas para los que tomen el relevo a la actual Junta del MMACA.

Mientras, para preparar las nuevas exposiciones permanentes, una exposición itinerante, con nuevos materiales y formatos, ha empezado a visitar las escuelas de la provincia de Girona y, para el curso 2025-26, será ultimada la obra de restauración del palacete, Chalet Soler, que será la Casa de la Tecnología. La exposición de matemáticas del mmaca ocupará el espacio principal.

Propuesta de rehabilitación del Chalet Soler

Por otra parte, unas actividades en aulas del Instituto Municipal de Educación de Tarragona y en el parque más grande de la ciudad que hay justo delante, serán el preludio a una pequeña exposición permanente del MMACA en el curso 2025-26 en esta ciudad.

Esperamos que el éxito de estas propuestas (corroboradas con experiencias previas en Reus y el puerto de Tarragona) convenza al Gobierno municipal para ofrecernos un mayor espacio, que nos permita acoger a grupos escolares de todas las etapas educativas y abrirnos al público en general.

Imagen del antiguo convento donde iniciaremos la actividad

En tres o cuatro años podremos acceder a una nueva sede en Cornellà, quizás no tan sugestiva como el Palau Mercader y el parque que lo rodea, pero sí mucho más grande y capaz de soportar más cómodamente el volumen de visitas actual, unos 100.000 usuarios, permitirnos hacer talleres y formaciones y, sobre todo, abrir al público general durante más horas.

En tres-cuatro años podremos acceder a una nueva sede en Cornellà, quizás no tan sugestiva como el Palau Mercader y el parque que lo rodea, pero sí mucho más grande y capaz de soportar más cómodamente el volumen de visitas actual, unos 100.000 usuarios, permitirnos hacer talleres y formaciones y, sobre todo, abrir al público general durante más horas.

 

Fachada edificio Can Bagaría