La catedrática M. Victoria Otero ha tomado el testigo de la Presidencia de la RSME con el foco puesto en la educación, la investigación y la transferencia del conocimiento en las matemáticas, sin obviar la apuesta por el talento joven y por la mayor incorporación de las mujeres en todas las áreas científicas y tecnológicas.
Pregunta.- ¿Cómo afronta esta nueva etapa como presidenta de la RSME?
Victoria Otero.- Me siento muy honrada y agradecida a todos las socias y socios por haber depositado en mí su confianza, por el apoyo que han mostrado a esta candidatura no sólo a través de su voto, sino también por los numerosos mensajes recibidos. Quiero a agradecer también a los vicepresidentes, Luis J. Rodríguez Muñiz y María Isabel González Vasco, al secretario y al vicesecretario, Juan Matías Sepulcre y Pablo Berná, que se hayan unido a este proyecto y me hayan hecho sentir arropada por un excelente equipo de personas que, además, abarcan muchas de las facetas de las matemáticas. Sin duda, la experiencia y el compromiso de este equipo contribuirán a avanzar en nuestro objetivo de fortalecer nuestra comunidad científica y profesional, de asegurar una educación matemática de calidad a todos los niveles, de mejorar la visibilidad de las matemáticas en la sociedad, contribuir al desarrollo del conocimiento matemático y mostrar su enorme impacto económico y social. Quiero invitar también a toda la comunidad matemática, y a los socios y socias en particular, a participar en este proyecto colectivo. Su apoyo, esfuerzo y trabajo son indispensables para crecer y superar los desafíos que tenemos por delante.
P.- ¿Cuál diría que es el valor diferencial de la RSME?
V. O.- Creo que uno de los mayores valores esenciales de la RSME reside en que es una sociedad en la que realmente cabemos todos, que representa a todas las áreas de las matemáticas, tanto puras como aplicadas, que tiene una visión integradora e inclusiva de todos los territorios, que reconoce y valora la diversidad de enfoques, intereses y perfiles, que impulsa y apoya el papel de la mujer y de los jóvenes en todas las áreas STEM, que se ha convertido en un órgano de referencia y consulta en la toma de decisiones que nos afectan, tanto en la docencia como en la investigación y en el ámbito profesional. Mi intención como presidenta y la del nuevo equipo es asegurar que siga siendo un pilar fundamental y un referente en el desarrollo de las matemáticas dentro y fuera de nuestras fronteras, un referente en la integración de todas las áreas matemáticas, a través de la colaboración activa entre la academia, la industria y la administración pública.
P.- ¿Cuáles son los ejes en los que se basa su visión para la RSME en los próximos años?
V. O.- Hay tres pilares fundamentales sobre los que consideramos que debemos centrar el foco, como son la investigación, la educación y la transferencia del conocimiento. Son tres facetas que van estrechamente ligadas, y que son una condición irrenunciable para consolidar el prestigio de las matemáticas en España y garantizar su proyección para el futuro.
P.- ¿Cuáles son las claves para el impulso de la investigación matemática?
V. O.- El fomento de la investigación matemática de calidad requiere de la colaboración entre instituciones nacionales e internacionales, del apoyo a investigadores consolidados y a jóvenes talentos que están llamados a tomar el relevo de una generación que ha conseguido elevar las matemáticas españolas al grupo de países de referencia en todo el mundo. Para seguir avanzando es irrenunciable cuidar de nuestro capital humano, lograr mejores condiciones de trabajo, contar con espacios de interacción e intercambio de ideas entre diferentes disciplinas. Debemos defender el valor de las matemáticas en otros campos de conocimiento, la transversalidad y multidisciplinariedad necesarias para que las matemáticas sigan aportando una base sólida a los nuevos avances y desarrollos científicos y tecnológicos.
P.- ¿El plano de la educación atraviesa una situación especialmente sensible?
V. O.- Nuestro objetivo ha sido siempre asegurar una educación matemática adecuada en todos los niveles, especialmente en la formación del profesorado preuniversitario. Sin embargo, nos encontramos con una alarmante falta de docentes en los institutos de secundaria que pone en peligro la calidad de la enseñanza que reciben los jóvenes y, por tanto, la solidez de un aprendizaje del que dependerá su futuro académico y profesional. Ahora ya estamos viendo cómo esa crisis vocacional, motivada en buena medida por una mayor demanda de matemáticos y matemáticas en múltiples ámbitos de la sociedad, se está trasladando a la universidad, con lo que eso conlleva tanto a nivel docente como investigador. La situación es muy preocupante, y requiere de una respuesta colectiva que vuelva a hacer atractiva la carrera docente e investigadora. Eso pasa necesariamente por una mayor estabilidad, mejores salarios, en definitiva, mejores condiciones para nuestros matemáticos y matemáticas. No podemos confiar en la vocación como único reclamo para conseguirlo. También queremos reforzar la colaboración con el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes y otras entidades científicas, académicas y profesionales para impulsar políticas que mejoren la educación matemática en todo el país y para todos los perfiles de alumnado: desde el más talentoso en matemáticas a aquel que presenta dificultades.
P.- ¿Es importante lograr también que la sociedad sea verdaderamente consciente de la importancia y trascendencia de las matemáticas?
V. O.- Desde luego, la transferencia del conocimiento matemático resulta vital para el desarrollo tecnológico e industrial. Por eso nos hemos propuesto aumentar la visibilidad social a través de la divulgación científica y de actividades accesibles para todos los públicos. En este sentido, valoramos especialmente la labor que realizan muchos matemáticos y matemáticas para hacer llegar esta ciencia a todas las personas y rincones de la forma más accesible, y también la colaboración que mantenemos con diversas instituciones para contribuir a este objetivo. La experiencia de colaboración con RAE, Fundación Ramón Areces, FBBVA, Fundación Thyssen nos abre caminos a explorar con otras instituciones. Queremos, en cualquier caso, que las matemáticas estén presentes en todos los órganos de asesoramiento científico vinculados con las distintas administraciones públicas.